Umbrales (fragmento).
Umbrales.
Fragmento.
Umbrales
puede considerarse perfectamente un texto de posguerra, esa es su raíz, el
punto de partida del narrador personaje, voz principal y casi única frente a
los otros personajes e historias que se incorporan al cuerpo medular de la
obra.
En
Umbrales podemos encontrar desde una aparente y extensa digresión reflexiva,
que tiene como destinatario principal, al ser amado, que ha partido en el
culmen de la adoración; cuya ausencia y existencia solo puede prolongarse a
través de la rabia contra la realidad, del reclamo ético político, o
recuperarse a través de la soledad, del auto exilio. Irene es la patria
perdida, el sueño que no fue, los ideales y las convicciones que se mantienen
incólumes, los pilares que mantienen en pie el templo de los días, frente a los
sátrapas que ahora forman parte del mundo sórdido de las sombras que antaño
combatieron. Recuerda este discurso, que bien puede tacharse de Neobarroco -de
ahí que entre sus páginas se encuentre citado Don Francisco de Quevedo- o compararse
quizá con alguna alocución romana, pues parece preciso el mural de una nueva
calenda con los signos del tiempo marcados por la tragedia doble: la muerte
física y el hundimiento del barco, sus tripulantes conquistados por el canto de
las sirenas para su perdición definitiva en la vorágine del nuevo orden
mundial. La comedia negra y amarga de la política que se funde en la
cotidianidad del narrador personaje.
Hay
también dos historias cortas y sustanciales, imbuidas dentro de la digresión,
la primera sobre un joven con nombre clave, que podría ser cualquiera de muchos
jóvenes en nuestros días, utilizado pragmáticamente como cebo, para la
ejecución de los planes de seguridad de una Institución policial, carente de
vicios y malas figuras desde su fundación, a raíz de unos malos acuerdos que
hoy siguen pasándonos factura como sociedad, una posguerra que se ha prolongado
mucho más que el mismo conflicto bélico del que surgió, contexto por el cual
nos preguntamos diariamente: ¿Si será primero el cuerpo que sucumba o el mal
que perdure menos de un siglo?
La
otra historia trata sobre la reanudación del amor en una persona contemporánea
al narrador y sus orígenes de lucha clandestina, otro perfil femenino de
similar peso histórico y simbólico al ideal truncado. Aquí toma contexto la
sordidez de los que llegarán a entablar juicios sumarios al final de la guerra
por intereses personales, que no tardarán en salir a la luz más temprano que
tarde. Es también la envidia y la mentira como obstáculos de lo que puede renovarse
o cultivarse desde las cenizas y los escombros que han dejado las armas.
Los
umbrales son el dolor, el amor, la soledad, el tiempo que lo destruye todo,
frente a ellos solamente nos queda la palabra para resurgir, y volver a vivir
desde otras fuerzas, propias y ajenas a nuestra existencia.
La
miseria política que nos rodea no es un umbral, es una piedra de tropiezo
difícil de eludir, abrumadora, por eso nuestro horizonte primario, el amor eros
y filial no debe ser una renuncia, y la literatura como pasión bien puede ser
la cura de nuestros males que nos carcomen, el exorcismo de los demonios o
fantasmas que siempre persiguen al escritor.
Ilich Rauda
Secretario
de la Asociación de Médicos Escritores (ASME) de El Salvador.
Soyapango 23 de noviembre de 2019.
Carátula de las
ediciones en papel y digital.
Umbrales
Fragmento
Luisfelipe Minhero
30 setiembre 2014 – 2 setiembre 2015. (Período en que escribí esta
novela)
“Hasta aquí todo parece ir mal, empezando con el burdo pretexto y tantas ganas de decírselo a alguien me abrumaba, hasta que tan a tiempo te reencontré.”
“A mí, por más vueltas que le dé al asunto
para nada me cuadra que el gobierno gringo a través de CNN diga que es su
cruzada -acompañado de sus incondicionales aliados- en contra del terrorismo y
a ¡favor de los derechos humanos!”
“Ni se me ocurre pensar o imaginar que las
bombas inteligentes de la army de usa y los misiles no tan inteligentes del
ejército judío-sionistas sean causantes de las muertes que impunes perpetran,
talvez la causa última y directa... y jamás voy a tolerar ni aceptar la
indiferencia ante el contundente hecho que el 85% de esas infames muertes sean
entre niños y ancianos árabes.”
“Me niego a los comentarios de los aduladores
-envuelvan o no la realidad- y ante ellos, no corro el riesgo de
accidentalmente emitir una opinión acidulante ni para preparar el despliegue de
la verdad.”
“Ni como broma de pésimo gusto, acepto eso de
difundir que la lucha antiterrorista se concrete exterminado niños árabes o
indígenas -lacandones, tzeltales y tzotziles de los sobrevivientes en el sur de
México, por ejemplo- para que no se conviertan en terroristas o matando viejos
para que paguen sus posibles pasados en instituciones divergentes a los
pensamientos retrógrados o sumisos.”
“Que culpa si Washington es víctima de su
mórbida incapacidad -una enfermedad mortal para los imperios- de analizar y
comprender las complejidades de las naciones pobres o en desarrollo, como las
latinoamericanas o las árabes, independiente si profesan o no el islam.”
“Debo reconocer que algunas de mis opiniones
son un tanto ‘tremendistas’ pero objetivas, la Vida es así y hay que
comprenderla, pero me gusta no ocultar la Verdad y a veces me quedo corto, absorto
en los tremendos hechos que ejecuta el imperialismo, desplegando en los medios
su ejecución sin la menor vergüenza... con barrios populares destruidos sin que
quede piedra sobre piedra, cubiertos de cadáveres mutilados de niños y ancianos
-de uno y otro sexo- y llantos profundos y lamentos agudos entre los sobrevivientes...”
“Aun así no caigo en la línea de CNN y otros
fieros imperios mediáticos que han hecho disfrutar a grandes mayorías,
desplegando en vivo tales genocidios para que así los vean dichas mayorías,
complacidas mientras se 'nutren' con una adictiva coca-cola, una apestosa
hamburguesa y una bolsada de papas grasientas.”
“Circuncisiones militares, declara el gobierno sionista israelí, son las que practica
para defenderse de los ataques de los terroristas islámicos, ante la cual mi
tremendismo adquiere una dimensión por completo insignificante.”
“Bien afirmó, oportuno y en feliz momento,
Ignacio Ramonet: ‘El informativo televisivo, estructurado como una ficción,
no está hecho para informar, sino para distraer’.”
“Hay que agregar a la cita desplegada, que
hoy en el país(ito) los noticieros televisados, que se transmiten al menos 3
veces al día, en verdad irritan, incluso a sus numerosos fan y ofenden al
intelecto de los demás y a todos aturden con total desconsideración.”
“¿Serán estas, las actuales inquietudes
intelectuales acertadas y felices de un inorgánico militante de la izquierda,
pero que en algún momento lo fue y precisamente para no progresar y que tuvo la
desdicha de continuar con Vida, en este país(ito) que de tanta organización que
lo asola, ha caído en la inorganicidad desmovilizadora?”
“Quizás lo orgánico debía limitarse a las
relaciones íntimas entre hombres y mujeres, al menos por un tiempo, el
necesario para recuperar la cordura social. Ya un sabio cuyo nombre se olvidó y
se ha extraviado, afirmó lo siguiente: ‘En las relaciones entre el hombre y
la mujer, el papel de la mujer es muy importante’ y lo dijo sonriendo con supremo deleite.”
Es
una obligación moral reconocer que cuando joven en la plenitud de condiciones
físicas, se tuvo tanto atractivo -sexual e intelectual- para las mujeres que
con ellas se gozó y a unas pocas se amó hasta la locura... en honor a la
verdad, hay que aceptar que también se fue atractivo para algunos hombres
insistentes en sus refinamientos conductuales, l@s que recurriendo a
recalcitrantes cantos de sirenas intentaron seducir a los humanos de su mismo
sexo.
“Mi sexo masculino para el sexo femenino es
exclusivo, hoy y siempre, para mi dicha y por auténtico amor a las mujeres, a
la música, a la poesía y a las guerras de liberación y enfáticamente en este
orden.”
Para
el resto de la humanidad, la responsabilidad del uso y del abuso de las dotes
naturales, afecta al individuo en la dimensión personal de sus actos y nada
más, esto si no transgrede el orden jurídico del entorno colectivo donde ell@s
operan.
Si
desde siempre se ha tenido la ventura de no ser tan siquiera flexisexual, no
por ello se discriminará de cualquier manera a l@s que en completo libre antojo
optan por la homosexualidad, militantemente o no, es asunto de ell@s.
Mientras
el mundo se quema, por lo pronto a fuego lento, encuerate con una vieja bien
buena, 20 años más joven que vos o en el peor de los casos de tu misma edad,
pero ni un segundo mayor es decir ni un segundo más vieja.
¿Qué
importa lo que al unísono le pudiese suceder al universo y al barrio, si ambos
-digo vos y ella- en el mismísimo momento, logran pasar felices, dándose
chupetes ardientes?... pero se debe haber tenido la dichosa previsión de
lavarse el pelo con un buen champú amigable con el medio ambiente y disponer de
una crema emoliente de insuperable calidad y así poder aguardar con serena
pulcritud a que el mundo termine... y que tampoco te importe el destino del
continente y por supuesto el del país(ito) que no será nada para lo que en
justicia se merece.
Y
si la catástrofe no ocurre te bastará saber que ambos -vos y ellas- la pasaron
más que requetebién actuando como responsables previsores ante lo desconocido
pero factible y eso no tiene precio.
Como
pronto sucederá el justiciero momento de entrega de cuentas, según la ingenuas
creencias que pregonan a cielo abierto, las organizaciones
ecológica-ambientalistas gringas, europeas y criollas -ávidas siempre de
dineros fáciles, trabajos suaves y de reconocimientos hiperbáricos- y en las
que, persona honesta alguna debe tener la osadía de establecerse ni por un
brevísimo tiempito.
De
no ocurrir el merecido cataclismo planetario, que es lo seguro, pues vos y ella
habrán aprovechado, disfrutado y agotado la circunstancia propicia y estarán
listos para lo que venga y hay que estar preparado para lo peor dada las
arrogantes y agresivas prácticas del imperialismo yanqui y secuaces en el
oriente medio y cuya tendencia es que se vayan extendiendo.
En
tal estado las cosas en el mundo y en el tristón y violento país(ito), fácil es
soñar que en el bello y lejano edén -por favor llámese paraíso socialista- aún
no se estrenan desdichas -ni “pecados” que las convoquen- debido a que la
avaricia y la envidia no tienen siquiera cartas de presentación.
Pero
al interior de la reducida extensión territorial del país(ito), no todo es de
“pobrecitos poetas” o “novicias rebeldes”, aquí también se cuecen habas y se
cranean perversos planes y se hacen babosadas.
Por
lo tanto -desde las tónicas aludidas- al plan integral del salvador del mundo
no se le coligen muchas bondades, pues siguiendo los renglones torcidos que
desde su gestación acuna y conjuntados diversos requerimientos por una
circunstancia, emanada quizás de la divina providencia, perversamente a un tal
Omega3 se le lanzó una propuesta tipo “ley fuga”, a la que al “pobre marosillo
de indias” no le quedó más remedio que aceptar con una escasa sonrisa
sarcástica en nada satisfactoria, a fin de no levantar sospechas ni
desconfianzas, considerando que talvez lograría, a pesar de todo, salir con
vida de los actos derivados de la abusiva e ilegal propuesta, planteada por un
mediador oficial de la institución auxiliar en la administración de justicia.
Si lo sabe o no -el profesor- es su problema más básico y elemental.
El
Omega3 se develó como un personaje sardónico y que fue conocido en todo el
ámbito nacional por circunstancias ajenas a su voluntad, valga la aclaración y
que más adelante quedarán explicadas.
Pero
como adelanto, téngase presente lo que sigue.
“La
ley, nada más es ese vergo de rollos para limpiarse el culo, escrita para el
divagar tranquilo durante el apresto y después del glorioso momento de la(s)
diaria(s) e higiénica(s) verdad(es) según la costumbre o la capacidad de cada
quien”, le replicó (enérgico y elegante, alzándose en su guapura de caballero
de fina estampa) el inquieto Omega3, al tal Diógenes, el detective menos
salvaje y quizás más culto en la posmoderna actualidad de la policía nacional
civil (PNC), pero capaz de
diseccionar con maestría quirúrgica una innecesaria verdad relativa a los
hechos investigados para con toda solvencia no llegar a ninguna solución.
“La
ley es salvaje pero es la ley”, replicó Diógenes, entrando a una etapa primaria
y fría del tedio repetitivo e inquisitorial -aceptando de mal modo lo que de
antemano se configuraba como completo fracaso- y sin mucho pudor -auxiliado por
un rictus que lo ensombreció- daba a conocer sin querer, que el desengaño ante
tan contundente realidad le empezó a hurgar las vísceras -desde hace lejano
tiempo siempre alcoholizadas- lacerándoselas al punto de quebranto emocional terminal
siendo que esas vísceras en buenas condiciones segregan los fluidos que
equilibran o desarmonizan el comportamiento de los sentimientos humanos.
Y
el licenciado don Diógenes Estupiñán Hernández añoró su rentable carrera
militar que por vagos pruritos morales, que nunca supo descifrar, interrumpió
siendo apenas teniente en el Batallón de Reacción Inmediata “Atlacatl” en los
años finales de la guerra civil.
Sin
muchos afanes, el detective menos salvaje, se volvió a decir para sí: “ahora
estaría por conseguir una honorable pensión con los suficientes recursos
financieros para mantener el decoroso modo de vida que desde niño mi papá me
enseñó”.
Y
el desagrado que lo embargaba, tanto aumentó que disolvió por completo el
mecánico rictus y mandó todo a la mierda incluido el puto plan integral del
salvador del mundo para salvar al país(ito) del terrorismo al que había llegado
la violencia delincuencial, particularmente el de las maras.
Dado
el dejo de honestidad y altruismo que constituía su conciencia crítica -rara
cualidad en las instituciones públicas y privadas- aunque no se derrumbó, sí
cayó abatido en cuestión de imperceptibles milisegundos en un desencanto
brutal.
“Puta
qué pendejadas estoy pensando”, se replicó a sí mismo y volvió a mostrar el
rictus con el que expresaba no precisamente su felicidad pero sí su
condescendencia total con el régimen, antagónico a su íntima ideología agraria
de posesión privada minifundista donde establecer el ranchito tan mamonamente
descrito por Alfredo Espino en poe(mito) igual de mamón, pero obligatorio de
guayabearse en la escuela primaria y que marca desde ahí a los futuros adultos
ciudadanos.
“Con
seguridad ese hijueputa cuilio leyó y muy aplicado, nomás para quedar bien con
las autoridades superiores, el puto manual elaborado por la puta CIA -esa
grandísima puta agencia- con el puto y polivalente título en inglés de ‘Best Practices in Counterinsurgency: Making
High-Value Targeting Operations an Effective Counterinsurgency Tool’ de
julio 2009”, pensó sereno el Omega3, decidiendo cortar por lo sano la insalubre
conversación o amable interrogatorio y regresar impoluto al cobijo de la casa
-que Diógenes consideraba una “destroyer”- ya en el monte al pie del volcán de
San Salvador, nomás el Diógenes lo permitiera.
Esa
sería la señal esperada por el Omega3 para salir volando avispado del
dispensario de la oscura -no enigmática- subdirección de investigaciones de la
PNC.
Además
-cada entrada, con su respectiva salida, al reservorio policial- al Omega3 le
dejaba, cada vez más en claro, que realizaba una excelente actuación ante los
cuilios, al grado que la confianza de ellos hacia él no paraba de aumentar,
tanto que ya con más de un inspector se reunía a “conversar” con rutinaria
asiduidad de temas gráciles, derivados de la “agenda nacional”.
Uno
que otro inspector de los que lo entrevistaban, a veces prodigaba -a medio
tiempo de la conversación/interrogatorio- tacitas de café instantáneo -sin olor
y sin sabor a café de verdad como el cultivado en los volcanes del país(ito)-
que ambos y cada uno -el Omega3 y el inspector en turno- ingerían a sorbos de
resignación y en el cubículo se expandía una especie de halo de artificial cordialidad
como el aroma del café soluble instantáneo.
Entonces
el Omega3, utilizando el sarcasmo inconsciente, para despedirse contrarreplicó:
“lo salvaje es la vida del pobre que… los ricos y su gobierno de turno no lo
quieren entender”.
Saliendo
transfigurado del breve lapsus sombrío, el Diógenes, le espetó al Omega3: “¿y
vos crees en el amor o sólo sos adicto al sexo?” para a continuación decirle
“por hoy ha sido suficiente y pasá un buen fin de semana, cipote... y haceme el
favor de cuidarte que el martes a las 8 te espero, sanito, a salvo y bien
bañadito, para continuar con el adiestramiento”.
El
guapucho muchachón se sintió perforado en su dignidad, pero lo desalojó de
inmediato para proceder al abandono del aposento rodeado de optimismo y salir
alborozado de la subdirección de investigaciones con rumbo nomás conocido por
él.
No
por gusto la prenda querida que tenía por novia -sombreada de todo el mundo por
elementales providencias de precaución- lo aguardaba en el no muy distante
centro comercial “Multiplaza”, donde en el parqueo subterráneo -a resguardo del
sol- permanecía estacionado el carrito coreano de ella. “Nadie puede vivir sin
tener alguien a quien amar y que te ame”, se dijo, el mancebo enamorado,
aflorando tremenda sonrisa.
El
Omega3, además de estudiar hasta lograr graduarse como Bachiller en Mecánica
Automotriz en el capitalino Instituto Nacional Técnico Industrial (INTI)
-famoso entre clicas de las 3 maras reconocidas como legítimas- durante su
temporada de ilegal afortunado en la USA había aprendido inglés como para
entenderlo a cabalidad y hablarlo a la perfección.
Ambas
cosas -el bachillerato y el inglés- logrados después de tantos tumbos
existenciales vividos en el lapso de su nada apacible adolescencia -aquí y
allá- ahora y con la llegada a la mayoría de edad -hace 4 años y 5 meses al
término de la pubescencia- les estaba sacando lucrativos provechos, financieros
y a veces al no haber de otra, en especies.
En
verdad que chispa no le faltaba al muchacho y fue entrando con aparente
bastante facilidad a las mismísimas interioridades de la policía nacional
civil, donde de cuerpo y alma se desnudan sus agentes y sus oficiales, a veces
separados a veces no, en dependencia de las condiciones -objetivas y
subjetivas- existentes.
¡Qué
colisión de temperamentos y ansiedades se vislumbraba y de la que sólo uno de
los 2 sobreviviría y no del todo indemne!
Es
que los 2 protagonistas olían a trampa, a engaño recíproco, aunque ellos se
engañaban con la percepción contraria y decíanse mutuamente profesarse un gran
afecto, mientras imaginaban -ambos- construir sólida amistad.
Total:
los falsos protocolos policiales, la inexistente política para combatir la
exasperante delincuencia organizada, la retórica melodramática presidencial,
los discursos vacuos de los funcionarios gubernamentales a cargo de la
seguridad pública, la incomprensión de los oligarcas y sus impunes agentes bien
pagados; estimulan dichas actuaciones relatadas con dibujitos mal hechos, en
los medios posibles, acompañados de cantidad de inoficiosos adjetivos y que en
el mejor de los casos causan risible asombro por no decir indiferencia.
“Habiéndome dejado flotando la gran cagada
matutina, muy a pesar de todo pude empezar el día lleno de contenturas extremas
y sin algunas otras dificultades metafísicas, soñando a ser el príncipe de la
paz o el cenzontle mítico con las 400 melodiosas voces, incluidas las de Enrico
Caruso, Luciano Pavarotti y José José.”
“Que la estoy cagando, la estoy cagando y no
lo entiendo ni siquiera descifro el por qué.”
De
hecho mientras el centro histórico de San Salvador no recupere y además mejore
su antiguo y modesto esplendor y se le lleve a nuevos encantos, la totalidad
del país(ito) no tiene salida y muy independiente de los inesperados aguaceros
concentrados en torrentes impetuosos, de las anunciadas sequías, del asole de
las maras, de las agresiones de la oligarquía, de la insultante estolidez de
los polítiqueros profesionales, de las ambiciones de los banqueros, del
valemadrismo de los mercaderes, de las destrucciones de los terremotos, de los
despipioles de la familia... y todo eso con todos ellos, en un reducido hábitat
que ya es un medio ambiente conmovedor, digno de lástima antes de salir
volando.
Pero,
recuperar un antiguo esplendor y que a lo mejor no se tuvo, debe significar
hacer habitable la ciudad y el país(ito), agregando a raudales dignidad y una
riqueza refinada de buen gusto -al entorno- para el uso racional y alegre
disfrute de las personas, residentes y visitantes.
Y
que la mucha rezongadera de los dilectos y mayoritariamente incultos ciudadanos
residentes y migrantes, valga madre, pues la sentencia sin duda es fatalista
hasta las cachas -en atención al plazo improrrogable que ya la Vida estableció
en concordancia a los siglos de expoliación de hombres sobre hombres- y
lapidaria por su concisión digna de ser escrita en lápida de granito o basalto
a fin de que los contados sobrevivientes a lo mejor se decidan por empezar de
nuevo con todas las de ley.
“Aburrido de peregrinar y absorto en mi
perenne meditación, fácilmente me abstraigo de las actuales circunstancias, no
sin dudar muy de vez en cuando -con el propósito de dar un toque melodramático
a mi existencia nomás posible en mi desbocada imaginación, aunque sin vos ya ni
de eso estoy seguro- que la desgracia de Valente me ha tocado en parte a mí y
por eso estoy aquí en medio de esta bárbara gente.”
“¿Ohh Mahoma qué es esto? me pregunto
recordando unos parlamentos de una de las más de 15 versiones que en
Apastepeque, el doctor David Luna de Sola y yo allá por 1967 descubrimos, de la
prosa histórica que acompaña la coreografía de las danzas ceremoniales basadas
en las batallas entre moros y cristianos, que descendientes de los indígenas
pipiles -primeros pobladores de estas tierras- ejecutan y con las que recuerdan
las batallas entre moros y cristianos durante la dominación musulmana en la
península Ibérica es decir a varios siglos y a miles de kilómetros de donde
sucedieron.”
“Por cierto los misioneros españoles
utilizaban el drama religioso para convertir a la población indígena de las
colonias americanas al cristianismo.”
“Pero, de todos modos, me voy para La Habana
y no vuelvo más... y para mientras, ahorita, ensayo una vuelta de tuerca a la
eternidad.”
“En este instante, a miles de años luz de
distancia del punto de mi implosión, capto grandiosos efluvios de tu energía y
te sigo sintiendo como a la vuelta de la esquina del sitio exacto -sitiera mía-
donde recién con un apretón de manos sellado con un beso -prometedor de otros
arrebatos en términos de otras caricias menos castas- nos dimos un obligado
receso llevado a la eternidad por 4 largas horas sin fin de impaciente espera.”
“Y desde entonces cada amanecer comienza
adueñándose del cielo, luego de la ciudad y por último del vasto desierto que
es mi Vida sin vos... pero aparece con brillo cristalino la esperanza y me desconcierto
tantito.”
“Y veo tigres ensangrentados -con la piel
mimetizada en total consonancia al decrépito entorno urbano- escabulléndose por
los meandros malditos de la ciudad que yo desesperado recorro en tu búsqueda
interminable.”
“Y asombrado de mi aguante, he conseguido
eludir el sufrimiento con la mente llena de palabras y pensamientos fructíferos
u ociosos y quizás en verdad ambiguos y... así, exhausto y casi destrozado, me
sitúo en lo de siempre y '¡con qué temerosa compulsión vuelvo una y otra vez
-como la lengua a una muela hueca- al tema de la literatura! ¿Será posible que
los escritores no podamos hablar de otra cosa que de su negocio?'. La sentencia
no es de mi propiedad intelectual, aunque me gustaría.”
“Yo sólo la repito las veces que puedo y para
salir del misterio y con la verdad saliendo de mi boca, te apunto que es de
Lawrence Durrell y me lo imagino en Alejandría afirmándolo con displicente
actitud ante Justine y Balthazar y Mountolive y Clea, más con ganas que le
preparen un café a la turca, que con disposición de hablar babosadas en la que
derivan las conversaciones cuando la amistad va llegando a la costumbre
excedida de pronto en formalismos inoficiosos.”
“Temerosa compulsión que derramo en la
primera oportunidad que se me presenta de poseer público ávido de escuchar -en
atenta disposición- ciertos episodios heroicos nacionales -que simulan mentiras
piadosas para disimular la historia prohibida- y no me importa se trate de un
público amplio sin dueño o reducido y ajeno.”
¿Será
posible algún día para los salvadoreños dejar de ser “los tristes más tristes
del mundo” y puedan comenzar a vivir con felicidad y paz?
Será
posible en tal idílica circunstancia, perdonar sin olvidar, incluso al converso
comandante guerrillero -en situación de retiro y académico sin número pero
además sin pena ni gloria y con fortuna cuantiosa- Joaquín Villalobos que una
vez -¿impertérrito?- declaró pornográficamente y en apariencia sin inmutarse: “Consolidarme profesionalmente en función de
mi familia, ése es mi objetivo fundamental”. (“Un guerrillero en Oxford”, El País, 13/12/98).
Y
será posible, al menos en este particular caso, en la inicial fase de tibieza
de la interminable posguerra salvatrucha, el comandante guerrillero en
situación de retiro, haya prestado servicios de contrainsurgencia en Chiapas,
durante la breve instancia insurgente del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional (EZLN), guerrilla intergaláctica porque desde entonces no asienta los
pies en tierra alguna ni la que le proporciona de hecho y derecho la realidad
chiapaneca, por muy Subcomandante Marcos, hoy Galeano, que se manifieste como
su principal y locuaz vocero.
Y
a continuación de tan lamentable asesoría, el mismo comandante guerrillero en
situación de retiro, consintiera -a cambio de sustanciales emolumentos- la
asesoría a los paramilitares del narcopresidente
colombiano Álvaro Uribe, para terminar ahora escribiendo a menudo contra la
Cuba martiana y la bolivariana Venezuela en las páginas internacionales -de la
derecha global- que se le ofrecen como insuperable detractor que es.
Vale
destacar -con el auxilio del contraste de fondo- que el estilo de vida american way, que el “culto y
persuasivo" agente de la CIA ofreció -en la cárcel clandestina- al
memorable Roque Dalton es el que hoy ostenta su único asesino sobreviviente -el
comandante guerrillero en situación de retiro suntuoso- de los 3 que se
disputan tan grande deshonor y excesiva maldad. En la opinión de muchos,
suficiente hubiese sido enviar al poeta -por cordillera- al dorado exilio,
donde el pobrecito poeta bastante experiencia tenía.
En
cambio, el espíritu del poeta, liberado ya de su cuerpo arrojado a los perros y
a los zopilotes y pese a lo desvergolotado de su genio, ingenio y figura,
impregna a la conciencia colectiva y no se sabe de quiénes y si dice con barata
inconsistencia que guía con sus letras universales la dignidad del pueblo
salvadoreño a parajes lejanos y desconocidos, estas concluyentes apreciaciones
son las únicas de contundencia real casi absoluta.
Por
hoy, basta y sobra que el desventurado poeta está erigido en el mitote más
grandilocuente de la cultura y anticultura nacionales. ¡Broma del realismo
macabro tropical!
Pero
imposible que el travieso e infortunado poeta, sobrellevara bien las cosas
entre una manga de insustanciales paralelepípedos políticos con ínfulas de
grandeza, aberraciones políticas y considerables deformaciones ideológicas
-cuadraturas con expresiones sobrecogedoras de estupideces múltiples- que se
apropiaron del nombre y sigla de un ejército revolucionario del pueblo, cuadrándolo
acorde a sus propias anchuras y condiciones éticas y morales.
Con
tales detalles queda en evidencia la arrolladora urgencia -del aludido
comandante guerrillero- de negociar el fin de la guerra civil en el país(ito)
en connivencia con Leo Cabral, el otro menos notorio comandante guerrillero
-éste más de oficina oval que de campo de batalla tercermundista- de la
ilustrada Resistencia Nacional (RN).
Tenía
que suceder justo en el lago de los cisnes, frente a los chiqueros de Rothman,
sin rondar en explicaciones literarias de origen deshonesto o contra natura.
Simplemente fue así y eso fue, jamás un error de juventud, por mucho que el
aludido comandante guerrillero -hoy en situación de retiro civil- lo dijo y lo
siga diciendo por no tener los huevos para ser consecuente y responsable de las
derivaciones de sus hechos. Ejecutado ahora en estos terribles momentos de
confusión, el mismo alevoso acto, sería un error de vejentud.
Hechos
todos muy acordes a los “signos” de los tiempos.
Tiempos
aquellos de encendidos apasionamientos, incordios de la guerra fría global en
su mayor esplendor. Justo a unos pocos años de la crisis de los misiles con
ojivas atómicas, cuando estuvo un dedo índice derecho -quizás 2 índices, si se
considera el izquierdo respectivo, en el momento supremo de la bipolaridad
mundial- a cercanos centímetros del espeluznante botón rojo de la esquizofrenia
total, umbral todavía de la pandemia del holocausto nuclear.
Tiempos
ahora de apasionamientos confusos y fundamentalismos criminales y con misiles
cargados de ojivas nucleares a punto de ser disparados esperanzados en que
habrán sobrevivientes seleccionados.
Y
así está plantado el umbral para el inicio del siguiente milenio del que ya van
a cuenta 3 lustros poco ilustres y más bien aterradores con guerras nombradas
con novedosos adjetivos -más los 8 últimos años del milenio anterior- acá en la
posguerra interminable como guerra social. Pero las promesas de abundancias que
traería el milenio -por sus caducos e ineficientes paraísos precedentes- no se
están cumpliendo.
Y
con la ineludible sucesión de veranos e inviernos -las únicas estaciones que
acá se distinguen y se reconocen porque una es la estación seca y la otra, la
lluviosa y dada la precariedad institucional ambas causan estragos en todos los
ámbitos de la vida en el país(ito)- va adquiriendo más presencia el terror de
una guerra desconocida y diferente pero guerra de verdad -y como destacan los
indicadores oficiales y oficiosos, cada día más violenta y sin control ni
oriente- ha invadido ciudades y campiñas y por los caminos donde la
inconciencia colectiva transita con la abulia conformista e indiferente de las
creencias -no exenta de pánicos insuperables- aflora la garra que va aprisionando
vidas y placeres de todos, sin exclusión social o sea con democrática
inclusión, pero en preferencia de las grandes mayorías.
El
show debe continuar o lo que es lo mismo negocios son amores con buenas razones
y que lo diga Sigfrido el parlamentario a una nariz pegado.
La
guerra diferente de ahora -en nada florida como las de los aztecas- es más
cruel y eficiente en matar sin distingos de ninguna clase pero, con preferencia
por los más desposeídos. Es una guerra extendida por todo el territorio
nacional pero que no llega a civil -todavía, pero no por falta de méritos y
truculentas razones- y que no es liberadora y en la que un ejército de
delincuentes sociales, pero de todos modos delincuentes -sin uniformes
castrenses y carentes de estructuras jerárquicas y que no presentan flancos
visibles y que no disponen de lugares de acuartelamiento y que su más
importante razón de ser y estar es la obtención del botín- se enfrentan con no
poca osadía o por necesidad, a la poco gloriosa fuerza armada y a la no
mayormente heroica policía nacional civil... pero que atacan
desproporcionadamente a la población civil, siendo la gran mayoría la de sus
iguales de clase harapienta.
Si
eso no es guerra ¿qué putas será? ¿Posguerra en una interminable transición a
infiernos sociales inéditos que se intuyen muy perturbadores?
“No sé, pero la relación cotidiana de los
hechos en los medios, me provoca un exagerado recuerdo que comparado con la
realidad actual no revive la felicidad de mi niñez escolar con los salesianos y
a las grandes mayorías les inyecta enormes dosis de indolencia.”
“En mi mente reaviva la ingrata desmesura de
un dios padre -que imagino se trataba del nombrado como Jehová o Yahvé- con su
sanguinario y vengativo plan de asolar las indefensas ciudades de Sodoma y
Gomorra, ejecutado -muchos antes que se decidiera por mandar a su hijo
unigénito bien amado y bienaventurado- con precisión por su ejército de ángeles
vengadores, tal como hoy sus putativos hijos de Israel lo hacen con los palestinos.”
¿Será
posible que la Vida en el país(ito) la demarque la violencia irracional,
desprovista de significados y sin más orientación que el provecho egoísta y la
satisfacción de inmundos hedonismos personales sin fin?... y si no que lo diga
Sigfrido.
Es
de cierto que hay hedonismos inmundos, no por su vinculación intima a “pecados”
-inventados y definidos por las religiones- cuyos órganos más activos para su
ejecución son los que se alojan del ombligo para abajo y satisfacen a sus
ejecutantes con profundos orgasmos que arrollan el cosmos de los dioses
envidiosos. No, no es por ello que existe el hedonismo inmundo, es por la
suntuosidad insultante de algunos pocos, que conduce al hartazgo inicuo de lo
que les apetezca.
Provechoso,
para el bien común, sería que este alegato -en absoluto novelesco- en base a
inquietudes encadenadas, provoque reproches, controversias, maledicencias y
antipatía generalizada entre públicos heterogéneos y con seguridad mal
informados y deformados en lo ideológico... “¡pero qué bueno! porque el
altercado intolerante hiere mucho menos que el descuido y si no véanme a mí con
mi esposa con quien jamás he alzado la voz.” diría el ciudadano analista
televisivo de la irrealidad nacional don D. Gutiérrez, mientras arrellanado en
su estatus, espera en calma que su amantísima esposa lo atienda a cuerpo de rey
amparado por la ley... imposible negar que aquí el lugar común es de tremendo
efectismo literario.
Los
oropeles brillan intensos bajo la luz de lámparas LED o halógenas y pueden ser
engañadores y suele ser muy tarde cuando se descubre la fraudulenta intención.
A
veces, los oropeles se reducen a concesiones y halagos cubiertos de mierda o
pirita. En las palabras y acciones, la mierda que las cubre es la demagogia que
a la verdad aletarga y pospone perversamente cualquier racional solución a los
problemas sociales por las carencias de las necesidades más elementales
tuteladas en la “Carta Magna”.
Es
de imaginar que la demagogia nomás puede ser soportable con puro estoicismo
budista... o porque se está bien pedo por efecto del excesivo y simultáneo
consumo de monte y perico o... porque se ha conseguido una verguera excepcional
a puro tequila tapatío o ron habanero, si se es un ciudadano respetuoso de la
ley y el orden -actuales- y tirado tantito a la izquierda light.
Según
calificadas opiniones es mejor ponerse la gran sirindanga con intensos cócteles
elaborados con 3 partes de tequila y una de ron, pues según asentimiento
generalizado -entre acreditados bármanes- es la proporción ideal para mezclar
los 2 elíxires, pero no está por demás agregar, con el fin de disimular un
tanto el propósito real de la bebetoria, un toquecito de azúcar y otro de jugo
de limón y tantito de raspadura de cáscara de naranja valencia madura que es lo
que produce el espectacular efecto visual. Mientras el cuerpo aguante se vale
cualquier cosa para pasarla mejor.
“Con toda honestidad te digo, Irene de mi
alma, que para leer mis novelas y entrarle de profundo a su significado, el
bolado se limita a ponerse medio pedo con guaro, monte o perico. Estadio de
lucidez condescendiente que se alcanza con una media borrachera y que te libera
de las inhibiciones y de las ideas más aferradas y estúpidas y por lo tanto te
abre la mente a otras vanidades y a otras veleidades, tengás o no la dialéctica
a tu favor.”
“Dependerá de las condiciones financieras
personales y contemporáneas decidir el catalizador a consumir y de tu libre
voluntad dosificar el consumo, sin agraviar a nadie ni tan siquiera a los ausentes.
De lo que te has salvado, Amada Irene.”
“Pero además, lo principal para leer mis
novelas es que yo haciendo uso de mi total albedrío me decida a publicarlas,
siempre y cuando considere propicias las condiciones, fundamentalmente las
financieras pues todo trabajo o labor es causa de salarios o emolumentos justos
y hasta hoy sólo yo he sido el estoico sufragante con cosas que van a quedar
-después de un tiempo- a disposición de la humanidad... ¿estamos?”
“Total, ineludiblemente ya tengo reservado un
puestecito en la eternidad, por cierto pagado con bastante antelación y en
módicas cuotas... y eso, le duele a muchos -incluso a algunos 'colegas'- y a
mí, me pela el eje.”
“Para prepararse a bien morir en La Habana es
preciso saber de antemano y con suficiente certeza si el otro alemán tremendo
que vuelve dementes a muchos, con vos no aplicará... y para descubrirlo no son
necesarios costosos y complejos exámenes clínicos y tomografías axiales
computarizadas y de resonancia magnética. Para enterarse, con meridiana
certidumbre, basta que en vos se cumplan 3 condiciones, a saber: el nivel de
intensidad al apretar con las manos, la velocidad en el caminar y la
disponibilidad natural al sueño.”
“A mayor fuerza en las manos, más velocidad
al caminar y el plácido dormir sin complicados rituales auxiliares entre 5 y 7
horas diarias, se garantiza una vejez lúcida en un 89%, preludio de una muerte
feliz.”
“El alemán tremendo que aplica en lo
planteado es el neuropatólogo Alois Alzheimer y por favor librate que te eche
el ojo, aunque a lo mejor es probable que debe ser una gran onda padecer la
enfermedad que lleva el ilustre apellido del maestro aludido.”
“Por simple cuestión estadística, pronto se
volverán a encontrar nuestros seres, mi Amor y ya no seremos los mismos. Talvez
no experimentemos lo mismo ni con los mismos ímpetus y ardores, pues ya
liberados de los cuerpos terrenales es probable que seamos unos corpúsculos de
luz que nos prodiguemos fotones para manifestarnos en nuestra nueva enésima
realidad. Te confieso, que a mi parecer y querer sin duda saldremos ganando.”
“La fijación de la coyuntura actual o de
cualquier momento vital ha sido y es un inválido intento humano de explicar lo
fugaz que le resulta el tiempo -medido en milenios- a la eternidad y es irreal
por anacronismo de nacimiento... más bien es el retrato de una circunstancia
que ya no es porque el retrato, apenas detuvo un instante de la realidad, que
desde ese intervalo se perdió para siempre, hundiéndose en el pretérito
perfecto total de lo eterno... es una verdad novelesca que corresponde nada más
a una realidad inventada a conveniencia y tan contundente cuando corresponde a
la intimidad de seres que se aman hasta el delirio.”
Las
fases consensuadas, por lo menos entre semejantes no iguales, de la
interminable -hasta hoy- posguerra son y por buen tiempo seguirán siendo, en
orden de aparición histérica o histriónica:
1)
Las
veladas nocturnas -en jardines privados- con guerrillero comandante estrella
-ya en situación de retiro- y respectivo séquito de seguridad, incluido y más impacte
cuando la composición del séquito aludido era mixto o sea con hembras y
varones.
2)
Las
entregas de algunos beneficios materiales a algunos privilegiados combatientes
guerrilleros ya oficialmente desmovilizados en presencia de los delegados
ONUSAL y la supervisión de la USA/Army, a cambio de los misiles tierra-aire y
otras estratégicas armas como las ideas consecuentes derivadas del concreto
histórico y no traídas de Cuba y de la URRS.
3)
Las
diarias jornadas de reconciliación en hoteles de lujo con opíparos desayunos,
almuerzos, cenas y 2 meriendas quiebra aburrimientos, incluidos. Éstas con la
participación de algunos excombatientes y muchísimos futuros oenegeneros
prósperos de ambos sexos y variados géneros.
4)
La
instalación con financiamientos asegurados a largo plazo de toda especie de
lagarteros, o sea Organizaciones No Gubernamentales (ONGs).
5)
Un
primer acomodo de la realidad del país(ito), todavía sangrante, a la realidad
del FMLN trasformado en partido político con aspiraciones electorales con que
apañar lo que no consiguió en los campos de batallas.
6)
La
aparición esperanzadora del nuevo FMLN en algunas pobres alcaldías paupérrimas
y en la asamblea legislativa.
7)
Un
segundo acomodo a la realidad de la realidad de un FMLN con alcaldes en
alcaldías de más de medio pelo y diputados discutidores, por primera vez
electos por voluntad popular.
8)
La
inicial pérdida de rumbo político y acervo ideológico del FMLN -ya convencido
de su potencial electoralista- desde una superficialidad todavía
socialdemócrata.
9)
La
irrupción de las maras, iracundas ante la falta de todo: ternura, alimentos,
vestuario, cobijo, oportunidades.
10)
Principio
y fin del final del régimen neoliberal-arenazi de 20 años no son nada para
destrozar un país.
11)
Inicio
de otro régimen neoliberal con un partido vergonzante que solo conserva del
heroico pasado guerrillero, el nombre y las siglas.
Desde
la fase inicial hasta la quinta se aupó cierto tipo de proxenetismo auspiciado
por el delirante clientelismo -de los militares y más de algún civil de las
fuerzas de paz de la ONUSAL desplazadas en el país(ito)- por jóvenes nativas de
exótica belleza, aunque a menudo la delirante atracción se desviaba hacia
imberbes cipotes mestizos.
“A quien no desconozco desde hace 400 años es
al actual y público y burócrata y neoliberal partido FMLN y lo digo sin
agacharme pero sin ostentar la frente en alto y despejada de rencores. Y de lo
digo sólo a vos, Irene de mi alma. En verdad no existe nada de generación
espontánea.”
Contribuyen
bastante, a las maleadas circunstancias de hoy y del inmediato mañana, 2 cosas.
El
llamado -en el inicial momento de la inconclusa transición hacia nadie sabe
dónde putas- “Pacto de San Andrés” tristemente célebre, pero por los contados
sabios de los sectores populares acertadamente nombrado “Parto Infeliz de San
Andrés”, que fue el primer acto de entendimiento total entre la derecha
recalcitrante en el poder y la nueva izquierda vergonzante con aspiraciones de
llegar.
Pero
también don Krishtiamurti Búcaro, El Señor de las Pensiones, que se ha tomado
el cargo de garantizar -para nada de ad honórem manera, o por solo el gusto o
la honra de ayudar- que los viejos y viejitas lleguen acompañados al menos por
la mínima dignidad, es decir que en la ineludible etapa final las insuficientes
provisiones monetarias les sirvan para comprar la canasta mínima.
El
Señor de las Pensiones, sin siquiera pestañar, se auto ofrendó por ley nada más
el exiguo 49% de las cotizaciones al momento, que los respectivos pobres
cotizantes, las fueron aportando en obligatorias cuotas mensuales.
Es
coherente con las circunstancias de hoy y del mediano plazo -o al menos alguna
vinculación debe tener- que el lunes 8 de setiembre de este año 2014, se
presentó la alineación astral que desde hace centenarios tiempos da inicio al
otoño septentrional, adelantándose 14 días y por lo tanto el otoño anticipó su
comienzo con 2 semanas y unas cuantas horas de antelación.
¿Será
premonitoria señal de mayores catástrofes que las derivadas del ingenio humano?
Al
respecto, es de imaginar la explicación en la tremenda influencia que las
adelantadísimas campañas electorales -desde el 2009, sin parar una tras otra en
este país(ito) de mierda, tan esencialmente electorero y electoralista- han
ejercido en el cosmos.
Ni
con tal imaginación se justifica ni explica que a falta de onerosa corte
monárquica con princesas y princesos inoficiosos en que dilapidar los dineros
de todos, aquí, en algo intrascendente -como esas malditas elecciones- se bote
el poco pisto del que el país(ito) dispone para obras de “bienestar colectivo”,
siendo las primeras víctimas del despilfarro las consideradas “de inversión
social”.
Y
ese adelantamiento electorero a más de carísimo es ilegal... valga como ejemplo
que la actual campaña debía dar inicio en febrero de 2015 y en contra de toda
ley dio inicio en julio del año en desarrollo y ya nadie se asombra, inmuta ni
reclama ni exige el cumplimiento de la ley. También es ilegítimo pues sólo
conviene a los propietarios de los medios y de los partidos, que suelen ser las
mismas “emprendedoras” gentes a veces dobles agentes.
“¿Es que me voy para La Habana y no vuelvo
más?”
“Lo que importa es el uso táctico correcto
que haga de mis armas y de los otros recursos, unos que me los dotó la
naturaleza y los demás que fui adquiriendo en el peregrinar de una venturosa
Vida -corta o larga, falta por ver- que siempre he vivido a plenitud y sin
envidias tontas... y vos, con toda tranquilidad de mi parte, podés hacer de tu
culito, florero o tambor y desde ya te prometo la mayor comprensión del mundo.”
“Totalmente volcado en mí, sin que exista más
la ciudad capital del país(ito) que ahora se acepta incapaz de apresarme y que
un lejano día me deslumbró, pero con limpia sencillez -mientras recorro
apresurado sus calles y avenidas en tu búsqueda- me apropio debidamente de un
fugitivo rayo de sol matinal que se proyecta entre las ruinas de los grandes
edificios -de un gris percudido y grasiento- del centro que fue histórico y
donde se concentraron los poderes, centro histórico hoy devenido en parodia exacta
de la oligarquía cafetalera que lo construyó.”
“Siempre a la deriva sin vos de brújula y de
horizonte y por más seguro -es más denotativo decir evidente- comandante que
parezca -nomás parezca, aun en una actual situación de retiro- a los ojos de
los otros y de los demás.”
“Querría en esta ocasión -precisando el
tiempo verbal mejor debo decir ya quisiera- que todas esas ciudades -alrededor
de 400, haciendo casi cuenta exacta- que hace lejanos días visitamos por el
simple deleite de vagar fuesen las mismas -contundentemente no incluida San
Salvador ni por accidente- y vos sabés de cuales se trata y así no verme
obligado a segmentar tu recuerdo y mi dolor... y hay tremendo número de
ciudades que no las nombro, que nunca las he nombrado -es un irrespeto a nuestra
intimidad- y que jamás las mencionaré. Lo contrario sería además de presuntuoso,
odioso, como para hacer gala de lo viajado ante un eventual Robinsón Crusoe de
nacimiento y vocación que de pronto apareciera en los círculos más oscuros del
poder político... pero vos tenés la culpa, Irene.”
“¿Qué yo también la tengo? Exquiusmi mi amor,
que paso sin detenerme. Y ni más ni menos porque mi complicidad es mínima y el
sol, la luna y el mar lo saben... y más que feliz, agradecido, que me escuchés
mis cantilenas filosóficas sin dar muestras de hastío pavo real aburrido de
luz.”
“El gran clavo político -tuyo y mío, nuestro,
de los 2- fue con la oligarquía cafetalera que ya no existe más -pero todavía
lo es con su derivada- no por voluntad expresa -o no- de algún dios insolente
ni por la fuerza avasallante del destino y mucho por decisión consciente de
ella misma dada su infinita corta visión socioeconómica... fue por la turbación
que le produjo la organización donde bastante tuvimos que ver vos y yo que le
nubló el entendimiento y se extravió por sí misma en la soberbia y la
voracidad... y la parodia de las ruinas arquitectónicas monumentales del centro
capitalino se vuelve una perfecta metáfora, quizás un poco cáustica, pero con
una belleza descomunal.”
“Este sorprendente y quizás disparatado
reencuentro, tiene el sabor de la melancolía de algo que está siempre a punto
de suceder, o del olor a santidad que emana de tu anhelante cuerpo y de tu alma
voluptuosa... melodiosa que sos de punta a punta.”
“Pero por favor mi amor, asomate a la ventana
que te envío gratis un tenue y tibio rayito de luz, que muy a propósito te
podrá servir contra todas las acechanzas de los demonios parlamentarios, por
antonomasia asambleístas de la ignorancia y que vos, tanto o más que yo, detestás.”
La
ciudad capital ha ido desapareciendo, con la lentitud segura del paso de los
elefantes azules, mutilada a causa de la indolencia ciudadana y de la cómplice
molicie gubernamental... y su visible decrepitud -a disgusto de los oropeles
que la rodean pero muy a gusto de los nuevos ricos frentistas y que al mismo
tiempo no dejan de ser rentistas- se expande incesante por todo el territorio
que capitaliza... posiblemente ahí se origina ese absurdo tan impío de
nombrarla como el Gran San Salvador, con la demagógica intención de mover el
centro sin descartarlo e incluir (¡es sorprendente lo tan de moda que está la
inclusión, en la actualidad posmoderna!) las áreas recién urbanizadas a la loca
y de las cuales varias ya no están en la jurisdicción del municipio ni tan
siquiera del departamento que por ley -nacional e internacional- asienta a la
capital, por lo demás pretexto idóneo para que las municipalidades involucradas
se hagan las locas con sus responsabilidades preservativas del hábitat
degradado.
El
decadente entorno citadino -de la que dicen un día fue la más esplendorosa
capital centroamericana- es el ideal para proclamar nuevos héroes nacionales en
el ambiente intolerante que ha generado la interminable posguerra civil local,
adentro de la grosera posmodernidad global que conduce a una desafiante nueva
guerra fría interna plétora de cadáveres mutilados, por cierto ya hartamente
conocida, pero muy al gusto del príncipe de las tinieblas aposentado en la casa
blanca.
Un
prócer nacional en la interminable posguerra local -inscrita posguerra por
“órdenes superiores”, a lo mejor venidas del septentrión imperial, en la
posmodernidad global del país(ito) de mierdas abundantes- se da e irrumpe -con
su desconocido ingenio y reconocida figura barbada- hace pocos minutos lleno de
improvisada gloria por el contundente hecho de haber persistido en el error de
la ortodoxia pro soviética -calificada de ser expresión del revisionismo- por
40 años o más y dar -en el mejor momento- la apariencia -oportunista- de haber
rectificado el rumbo y tomar las armas con encendido entusiasmo y subir
-aletargado por el retraso- al último vagón del tren de una historia de guerra
de guerrillas que en el país(ito) siguen considerándola poco memorable. En
verdad la historia oficial y el país(ito) por supuesto siguen siendo los poco
memorables.
Por
dicha y en razón del equilibrio será dignificado por los innobles “padres de la
patria” de turno -grotesco honor-dando lugar a más dudas justas- con la
nominación de una placita municipal en zona residencial, una calle urbana o una
escuela pública parvularia y de último de una iglesia evangélica conservadora
que participa con diputados en la misma poco honorable asamblea y que
eventualmente pueden ser aliados... y ello, incluso para un comunista de
confesa índole ortodoxa con militancia vivida en el PCS hasta su muerte, pues
el acabose y peor si el proceder a prócer haya sido extraído de su calidad de
héroe con pública y notoria poca heroicidad.
Y
por más que se busque y rebusque, aquí no hay incertidumbre alguna que abata el
entendimiento y dificulte la escogencia de un sendero luminoso, al contrario se
tienen certezas suficientes y casi absolutas que se está mal, muy mal y muy
pocas oportunidades le quedan al país(ito) para salvarse de la debacle.
Tomado de:
Umbrales
30 setiembre 2014 – 2 setiembre 2015.
ASIN: B0768W3CV2
Publicado en Amazon: 7
octubre 2017.
Luisfelipe Minhero.
Autor Independiente
Salvadoreño.
Página de Autor Central: amazon.com/author/luisfelipeminhero
Mi tapial: https://www.facebook.com/Luisfelipe.Minhero/
eCorreo: luifelmartinez@hotmail.com
Notas:
Viernes 30 de abril, sábado 1 y domingo 2 de mayo de 2021, el respectivo eBook de “Umbrales”-es decir el libro digital, para nada un archivo en pdf ni mucho menos- aun sea por pura curiosidad, lo podrán descargar GRATIS y... para concretar el milagro tecnológico de la descarga doy, en el párrafo anterior, la URL que, les llevará a mi Página de Autor Central, donde encontrarán mis libros publicados y obviamente al eBook gratuito.
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