Pero yo no concibo esa razón (Capítulo 1 de la novela Cautivos). 3ª entrega.
Pero
yo no concibo esa razón
Capítulo
1 de la novela Cautivos
3ª
entrega
Con esta 3ª entrega, por favor concédanme la mercé de leerla, pues como si nada ya pasé al 75% de la prometida publicación en mi blog, del capítulo 1, titulado “Pero yo no concibo esa razón”, de mi libro “Cautivos”, que a mi parecer es una novela sustentada en hechos históricos, ocurridos en el país(ito). Aseveración, que la grandísima Virginia Woolf, me sopla al oído, cuando la duda de qué escribo, me empieza a corroer la mente. La trilogía a la que pertenece esta novela “Las ofensas finales”, está desde hace años publicada en formatos de libro digital (eBook) y libro de papel (pBook) en Amazon.
Sigo
siempre iluso, esperando tener el honor y la complacencia que la lean y de ser
posible se atrevan a escribir un comentario en las respectivas entradas en mi
blog, cuyo vínculo (link) es: luisfelipeminhero.blogspot.com
.
Presentación de “Cautivos” en
la Academia Salvadoreña de le Lengua, correspondiente de la Real Academia
Española. Presentador: Lic. Luis Calero. San Salvador, sábado 24 de febrero de
2018.
Carátula de las
ediciones en papel y digital.
“Pero yo no concibo esa razón”...
Entrega 3/4.
No necesito que me eduqués para lamerte el culo con delicadeza... no es mi deleite pero me gusta, gran puta Vida, aunque sea una vileza de esas sin nombre ni apellido... no te metás en terrenos escombrosos... no salgás de la vagina, machete... no comprometás más el deseo... no te creás la motivación insustituible... para esas cosas abundan y sobran los fracasos...
¡Y
pensar que hubo años en los que para ser una especie de divo literario, bastaba
escribir un poemito levemente odioso y volantearlo en un mitin de la ANDES 21
DE JUNIO o cantar una canción desesperada con coloretes tangueros en una
manifestación de la que fue gloriosa FENASTRAS y enseguida dejarse capturar por
la cuilia más cabrona del mundo (la pe
ache) y cumplido el trámite de la vanguardista verguiada de rigor, casi
mortis, por no aplicar aún para la tortura clásica con todo y desaparición
forzada, en manos de los más encantadores esbirros-torturadores locales pero
con notoria instrucción y excelente asesoría made in usa y eficaz auxilio de
ciertas calañas sionistas... tan pronto libre pero no bien librado, salir bien
virado al exilio!... bajo un cielo sangrante, por supuesto, donde los
estibadores de cadáveres se entorpecían con sus siglas oficiosas y los putos
hados se cagaban de la risa en un desafinado modo coral ante el desconcierto
grueso que se avenía con el puto duro oficio en estreno, ya no sólo en la
perspectiva imaginaria por una inorgánica militancia bogando entre las
simpatías hacia la onda hippie y la desconocida Comuna de París...
No
quedaba otra alternativa para sobrevivir, entre sajones democráticos y zanjones
nevados plenos de exóticos abetos y abedules, que asumir una participación
literaria, activa y urbana en la representación citadina de la izquierda
revolucionaria del país(ito) de mierda dejado, al otro lado del gran charco,
con la luna de Coatepeque, también gardenia de plata que en mis serenatas de
octubre se volvió canción y nada más... y yo la odié, digo la alternativa
sajona... terrible contraste en mi absorto caminar, desde la naciente noche del
jueves 11 de marzo de 1982, cuando el valle plateado de luna dejó de ser el
sendero de mis amores voluptuosos, mientras por primera vez pisaba el escabroso
ascenso desde Piedra Labrada al Roblar (la elevación más alta del cerro Guazapa,
nuevamente volcán en erupción) y me hacía presente en el más famoso frente de
guerra del mundo, entre otras calidades, por estar a no más de veintiún
kilómetros del centro de la ciudad capital del país(ito) y la brillante luna
desde la más benevolente sensación era un completo estorbo para avanzar con la
seguridad de no ser visto por las “patrullas de reconocimiento de alcance
largo” (como “PRALES” las mentaban los compas en el cerro) de los élites BIRI
(“batallones de infantería de reacción inmediata” recién formados, entrenados y
armados directamente por los gringos) modalidades orgánicas de un enemigo de
ramplones asesinos henchidos de frustraciones desde la primera juventud sino
desde la niñez...
¿No
es cierto, Davicito?... y vos Davicito tan lindo, ¡qué ya no hubo más poemitos
levemente odiosos ni canciones desesperadas!... todo devino a cartitas
almibaradas, escritas a pulso con una letra acolochada tipo Palmer, a quien
imaginaste, soñaste y creíste tu unilateral e inerte amada... destinataria o
sea musa incesante de tus poemitos imaginados en sueños irreparables...
¿Verdad,
Davicito?... porque ella fue la que me dio a leerlas, por pura disciplina
militante, atendiendo a mi condición de ser su responsable político-militar y
por supuesto a mi condición de macho dominante... transcribo una a modo de
fehaciente prueba, no tan al pie de la letra, por aquello de que el tiempo
pulveriza la memoria, pero con garantizada alta fidelidad a su esencia bobalicona...
“Te escribo para no escribir los
versos más tristes esta noche. Te escribo con embelesado afecto y cálida
ternura desde este frigorífico tremendo que es el gran país que me ha recibido
con generoso estatus de refugiado político y con una gente inmensamente
maravillosa. Ojalá basten estás líneas para animarte y te vengás lo más pronto
posible y así nadie podrá detenerme... y mientras construimos tiempos mejores,
ambos podremos estudiar y aprender el idioma nacional de acá y olvidar el de
allá y lo mejor sin preocuparnos por techo, mesa ni lecho. Con afecto tu
Davicito siempre.”.
¿Quién
a falta de condiciones poéticas no copió un verso mieludo de Neruda y lo asumió
como propio al entregárselo a la amada invisible?...
Literalmente
te cagaste al enterarte en territorio de rigores antárticos que tu “amada”
impredecible estaba metida hasta el cogote con la guerrilla más “fashion y cul” del universo y del
momento y que jamás te seguiría a no ser que por la causa proletaria se le
ordenara el cumplimiento de una misión político-diplomática para la consiga de
bola$ en tales extremos boreales... ¿no Davicito?...
Y
lo peor, para mí, no es tu desencanto amoroso que sin mala intención te causé
pues el amor es así y debés de aceptarlo con moderna elegancia... lo verdaderamente terrible es que hoy la ANDES
21 no convoca a más de un centenar de maestros encanecidos, arrugados y
achacosos a raudales y a punto de jubilarse y la FENASTRAS (que gloriosa fue)
es una felonía, que el entronizado secretario general, con todo y su consorte
como secretaria de conflictos, copan a puras movidas para conseguir roer los
huesos que los maquileros taiwaneses más transas les tiran... y vos siempre
cuerudo, Davicito, te convertiste en un publicitado licenciado universitario
que habla y escribe muy mal, tal periodista o analista criollo... y con tus
aburridas novelas en particular, intentando fútilmente la transcripción de
nostalgias de algo que no te ocurrió ni en sueños...
Pero
¿sabés cuál sería el peor de los presagios para este medio ambiente que aquí
queda y que incluso superaría al peor de los presagios mayas?... que vos,
Davicito, fueras candidato a la presidencia de la republiquita de mierda que ni
a bananera llegó... y es un tan grave temor que me sobrecoge, no sólo por las
noches de frío cierzo invernal cuando la Negra me ha negado su concubinante
calorcito, porque luego de los últimos cinco cabrones que han sido electos y
pésimamente ejercido el cargo, vos los resumís a todos y los superás en
céntuplos de malas mañas, ¡sos una joya aún escondida para el neoliberalismo
imperial y que dios me perdone porque no le hice huevo para conjurar tan grande
desgracia y desastre que se puede avecinar y que ojalá los once mil diablos de
Washington ni se enteren!...
Pero
que te quede claro Davicito, que “el
mejor de todos los hombres es el que gusta a todas las mujeres” y yo
modestia aparte, ya tengo a una mayoría alebrestada con ese concepto bien asentado
por lo que estoy entre los mejor calificados... soy rico y además divertido,
riquísimo según el decir interesado de todas las convivientes que he tenido;
incluso tu unilateral, inerte e impredecible amada y a la que amé hasta el
delirio... con lo de ser rico no me refiero precisamente al caso de tener
dinero –aunque ahora lo tengo a raudales- sino a lo intangible derivado de la
posesión absoluta que ejerzo bajo el signo de la impunidad por tener y manejar
las bondades apetecidas por ellas.
Siendo ahora y desde hace unos diez años un hombre acaudalado muy por encima de un nivel considerado medio y no es motivo de escarnio ante la sociedad de las naciones... es por mi castrense tenacidad revolucionaria que el poderoso caballero, de un tiempo acá, ha sido equilibrado y justo en cuanto a sus anuencias para conmigo... dada mi fortuna actual me puedo comprometer a emprender una "ofensiva espiritual" contra las injusticias globalizadas al medio ambiente y que no sea tan costosa, no vaya a ser me quede sin aliento y en la calle... ofensiva que en estos tiempos (de violencia de los poderosos, pobreza opulenta, terrorismo internacional reaccionario legalizado y norteñas recetas democratizantes) me parece una condición para entrar en armonía consigo mismo y un apresto inevitable en la reiniciación revolucionaria... pero me sigo preguntando ¿qué violencia hay que condenar?... ¿cuál hay que defender o más bien ejercer y coordinar?...
Pero
la onda no es tan simple, tomando en cuenta los signos que percibo de los
tiempos que se mal viven y atribulan. Signos que se complican con mis atributos
y calificaciones. No presumo de tener el más chiquito y al mismo tiempo la más
grande... celular ni tengo, nunca he tenido y nunca voy a tener y enfático
solicito se entienda mi aversión... y la cosa es perfectamente mediana pero muy
muy graciosa, según los díceres de las interesadas que la han gozado hasta el
ardor en la recóndita parte... y como el resto del cuerpo, en los venideros
próximos años no escapará de achicarse tantito y no sé cuánto será tantito...
suceso que no será algo como el maximón de la desgracia, como sería el caso
nefasto de perderla por completo.
Pero
en verdad lo complicado es mi enredada personalidad y que con tantos años que
hemos convivido la he llegado a conocer, aunque no en exclusiva ni en demasía,
como esencialmente realista y a veces lindante con un cinismo apostólico...
siguiendo un esquema como de lector consumado del tarot, en detrimento de la
humanidad, del rasgo global derivo a los detalles: auto disciplinado, práctico,
con iniciativa, leal, responsable, luchador, reflexivo, paciente, precavido,
pausado, reservado, algo rígido, cerebral, exigente, justo, voluntarioso,
lógico, materialista dialéctico, puntual, silencioso, fiel a mis arrebatos,
incansable, serio pero con un buen sentido del humor... linduras que no me
siento, pero por si acaso no las dejo de aceptar. Un tanto diplomático por lo
que no suelo cambiar casi nunca de opinión y a los pendejos los puteo sin
mayores trámites, sean ministros, diputados, alcaldas o alguacilas... dado a
seguir normas establecidas, a la organización y al orden, hago las cosas en su
momento... detallista y suelo levantar barreras o defensas difíciles de superar
por los otros... nada amigo de hacer nuevos amistades y menos si son gordas.
En
resumen una belleza de contradicciones personales... y así, ¿cómo podré hacerme
de allegados?... pienso en un programa de lucha, en una plataforma
reivindicativa, en un ideario potable, en una estructura orgánica decente y
jerárquica... sin hacer concesiones a las idioteces, a la sensiblería mojaidina
y por supuesto a la moda democratista contrastante con la pesada realidad de la
desatada violencia del desempleo y el crimen y el caos organizados y la
verborrea entre los partidos parlamentarios...
Dicho
de otra manera ¿qué debo hacer o no hacer para hacerme político de los de
ahora, al menos en tanto se gana fuerza?... muy claro sí estoy que no le
organizaré la estructura de inteligencia del estado tan deplorable como ha sido
construido en la arena de corruptos y luego ir a que me estudien en Oxford
creyendo que voy a estudiar un postgrado, digo como lo hizo aquel, innombrable
por decoro mío...
En
la abominación de los peldaños no caeré, es mi decisión definitiva... a rastras
en pérfida agonía por los laudos intimidatorios jamás.
Hubo un tiempo en mi vida, ya metido en la guerrilla urbana, que muy a menudo soñaba pasar situaciones inverosímiles haciendo el sexo, muy entregado y amoroso, en baños infernalmente inmundos y estrechos (sin puertas, con ventanales a la vía pública y a veces sin una pared) en lugares que no reconocía y sin correlatos en esta realidad y de una arquitectura al extremo bizarra, algo así como una mezcla del gótico de la Metrópolis de Fritz Lang y barroquismo tropical santero...
Baños
en los que sin ninguna explicación lógica, de este lado del sueño, de pronto me
hallaba en ellos transportado por una nube viajera contumaz y gris... entiendo
que la lógica onírica tiene aplicación acá solo en el consultorio de un
psicólogo o en la capilla de un psíquico gurú... ambos provocadores de gastos
excesivos de dinero y de personalidad... la cosa que despertaba estremecido y
muy agotado...
Por
esas cosas del agitado proceso social se incorporaron a la estructura
clandestina a mi cargo, no uno sino dos psicólogos, pude así consultar sin
llegar a los detalles que vulneraran las medidas de seguridad y obvio sin
gastos...
En
informales y breves consultas al final de la reunión semanal de análisis de la
coyuntura, fui planteando el caso de genérica manera... de las amenas charlas
pude ir deduciendo el origen de mis sueños que de simple me dejó abotagado...
una contradicción no resuelta entre mi desbordada sexualidad y la disciplina
revolucionaria castrense con la que durante tanto tiempo había tenido que
someter mi libido... y dispuse ser más dúctil y maleable con mi conducta
sexual... desatado de esas indefinidas contenciones morales de nuevo tipo, tuve
el único cuidado de no regarla ante comisarios políticos, en esencia definidos
cuadrados de nuevo tipo... y fue todo dulzura y todo pureza y todo amor, años y
años...
Qué
yuca eso de padecer una disfunción –orgánica como no llorar o psicológica como
no ahuevarse- y ser visto como un desmadrado total pero complaciente y hacerse
psicoanalizar sin encontrar salida favorable para el atento público de la gran
puta... y la pesadilla recurrente, la que casi había olvidado, amenaza con
venir de regre... recién volví a soñar que en un cuarto de baño bien chévere y
con un lujo ostentoso (digno de envanecimientos conjuntos de jeques bahreiníes,
qataríes y kuwaitíes reunidos en fastuoso hotel ginebrino rentado por una
facción de la OPEP, cuyas naciones por ahogarse en petróleo pro imperialista
valoran el agua más que el oro y de ahí la grifería que usan al menos en
palacios y hoteles y no sé de las cañerías) de presto iba cambiando y se volvía
asqueroso chiquero, justo cuando iniciaba la penetración al coño de la culito
lindo y rico que me acompañaba... y no dejó de causarme alguna pasajera
inquietud, aunque lo interpreté como una lúcida visión del país(ito) cada vez
en mayor antagonismo con mi buena fortuna y muy a propósito como acicate para
que de una vez por todas, con o sin la Negra, lo deje con todas las emociones
vividas en él y me aleje para nunca más volver... aparatosamente “partiré canturriando mi poema más triste,
contaré a todo el mundo lo que vos me quisiste y cuando nadie escuche mis canciones
ya viejas, detendré mi camino y en un pueblo lejano allí moriré”.
Mi libido se desapega del mundo de la gente linda del tipo miaminense con sus réplicas locales y me aparto de las ambiciones imperialistas... tiendo sin remedio hacia una elevación espiritual: ascesis, contemplación, meditación o consagración total de sí mismo a una vida impersonal entregada a una gran obra, sobre áridas pendientes que conducen a cimas luminosas de hedonismo...
Con
tal rollo, fácil apantallaría a los consumistas mojaidines, incluso los en
grado de tentativa, caso me diera a ver en un par de chupaderos en boga...
total la vida es sueño y se vale hacer soñar a los pendejos...
A
lo mejor también consigo enmendar algún comunista de los nuevos, aunque
socialice aquello que tengo en medio de... las orejas y por puros principios,
sin derechos de autor... un cerebro con el vergo de conocimientos innecesarios
y divertidos es mi tesoro... la mitad de ellos útiles para acompañarse de ideas
sobre uno mismo...
En esa fascinante línea de madura perversión, adoraría y abrazaría sin dilación la relación dadivosa y húmeda con una cipota comunista de genio ligero y figura grácil que no me recuerde los años en la guerrilla más chévere del Universo...
El ardiente desapego que me acompaña con intensidad creciente, hiela mi entorno y me confiere una gran capacidad para evaluar la realidad sin absolutos (ni certezas) platónicos o aristotélicos... capacidad derivada del budismo y del marxismo vertiéndose a un tiempo en un receptáculo ubicuo...
Esa
gran capacidad me hace indiferente a los éxitos de brillo fugaz y puedo
controlar con fría racionalidad cualquier situación y a dominar mis emociones
con tal de alcanzar las metas fijadas... poco emotivo, fácilmente me parapeto
para realizar objetivos difusos o insignificantes... los obstáculos no me
asustan, más bien me valen verga...
Tan
implacable la dialéctica con sus leyes y la séptima es “vale verga”...
magistral, magnífica, material, amorosa.
¡Qué época aquella cuando me sentía invencible!... atrincherado vivía en la eternidad que imaginaba se extendería el momento de los años mozos... fue mi monopólica y unilateral “belle époque”... pero pasa ligero la maldita primavera...
Dezidme: La hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color e la blancura,
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas e ligereza
e la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega el arrabal
de senectud.
Por
coherencia a ese instante que ineludible llegará, he devenido en un ser frío,
edificado en un movimiento de retraimiento sobre mí mismo que excluye toda
exteriorización... ¡y me vale!... este ser en apariencia frío y imperioso es a
la vez introversión e inemotividad, que me asegura el control sobre mi yo, mi
superyó y mi ello... ¡y me contento y me gozo!...
Siempre
presentes en mí, están a disposición para el momento requerido: paciencia,
estabilidad, perseverancia, ponderación, meditación, pesimismo, soledad o
melancolía... no por esas se anula la firmeza de carácter donde en su momento,
según convenga, expreso: aplomo, sangre fría, robustez, disciplina,
obstinación, densidad o fijeza... ¿virtudes o desenfrenos?...
Sin
conceder la menor debilidad a la nostalgia, pues el pasado no puede estar
presente como lastre ni como mierda de cualquier naturaleza... recordar no es
vivir, aunque vivo por los recuerdos... la nostalgia obstaculiza el camino que
conduce a las metas... metas llenas de soledades, de las que vengo y a las que
voy porque para estar conmigo me bastan mis pensamientos... incluso en esta
aldea globalizada por la pobreza que provoca en mí el estro que vuelca la
inspiración al acto de crear obras...
En
resumen un catálogo de refinadas perversiones, no obstante cuerpo y alma me
huelen a limpio y perfumados a lavanda... y no precisamente a causa de
aerosoles jactanciosos o jaboncitos de los que usan las estrellas del arte y la
política... limpieza y fragancia dadas por el pecado más integral, el que te
pone en armonía con el Universo cuando se perturba el orden o estado de las
cosas... una suerte de pecado holístico cuando la perversidad de la posesión de
los otros para cualquier fin inconfesable es perfecta... es la verdad que me
hace libre como la libertad... ¡virtuosa perversión del cuerpo y el espíritu es
el intento de perfección!
Por esas putadas de morbosidades para hacer en casa que son los “imeils”, recibí uno de alguien identificado como Índigo, un total desconocido para mí... sin glosa que lo antecediera, como casi todos... imagino que en la inconmensurable red tejida en internet no hay manera de evitar extraños y ante los cuales se presentan tres opciones: ignorarlos y borrarlos, marcarlos como indeseables o por parkinsoniano accidente abrirlos... cometido el accidente, el “imeil” desde el principio me pareció un tanto intrigante, empezaba con una locución en latín atribuida a Hipócrates "Vita brevis, ars longa, ocassio praeceps, experimentum periculosum, judicium difficile"... un chispazo de ideas estalló en mi cerebro y automáticamente me hizo evocar al preceptor de latín en el seminario menor con prosapia salesiana y aboqué sin mayor esfuerzo lo que a la clase dio como fiel traducción... “La vida es corta, el arte eterno, la ocasión fugaz, el experimento peligroso y el juicio difícil”... traducción que no traiciona el juicio y que me consta con el debido “níhil óbstat” de un obispo de una lejana diócesis mexicana y por supuesto con la licencia para el “imprimátur” y así divulgarla sin caer en herejías improcedentes... el aforismo, a causa del “imeil” inesperado, por fin lo pude comprender en su magnitud, además porque la Vida me ha permitido comprobarlo, al ella resumirlo tenazmente en mí, enervándome y vivificándome hasta el delirio... la sabiduría es un proceso constante y permanente de acumulaciones y saltos de calidad...
Con
prudente lentitud el misterio del “imeil”
se fue desplazando hacia el tipo que lo envió escondido en el ID de Índigo y
que el tenue temblor de mano por la goma mañanera, secuela natural de copiosos
brindis nocturnos, me hizo abrir por borrar... grave equivocación de mi
parte... ¿qué habrá pretendido ese tal Índigo al empezar una “carta
electrónica” con latinazo tan culto?... la carta, según el mismo Índigo, era un
esfuerzo para dar ánimos a fin de enfrentar, con garantía de éxito, las
múltiples vicisitudes del vivir... presuntuoso el maje... como si yo no supiera
que al inicio del otoño, coincidente en el trópico que habito con los
desecantes vientos de octubre, mis devastadoras alergias se agravan y mi genio
se pone de la chingada y mis malestares –corporales y espirituales- aumentan en
progresión geométrica y no necesito recetas pendejas de superación personal
para enfrentar la temporada del hastío estival de la que salgo fortalecido...
Infalible
es que los timos vienen bien presentados y en paquete de regalo con enorme
chonga... y al menos el remitente del “imeil”
se anticipaba como un gran pajero... con esas divisas decidí en firme pasar a
la jodarria de saber más del sujeto en mención... y contesté en el tono más
festivo posible, acorde a lo aceptado por las mayorías ligeras y que es causa
de impresiones favorables en ellas... el aforismo latino acicateaba la
curiosidad... las primeras semanas fue de abundante intercambio de “imeils” hasta que el tipo llegó a
esbozar, sin proponer, la posibilidad de conocernos en persona... vino al rato
la propuesta que ignoré y por un tiempo no insistió... la cita en un apartado
chupadero de la Miralvalle se dio y se concretó luego de semanas de
insistencias evanescentes...
¿Y si la música llegara a terminar, digo si desapareciera por un tan sólo segundo, incluso si ni siquiera, en esa brevedad de tiempo, quedara una tan sola nota en el recuerdo de tan sólo un ser humano, cómo quedaría la eternidad del arte?... ¿qué sería el mundo sin los músicos que le han cantado a los amores inútiles o imposibles pero capaces de provocar matanzas y otras maravillas?... ¿qué serían frente a la parquedad de la vida?... y ¿el juicio sería difícil porque a la ocasión la pintan calva?...
En la primera entrevista personal con Índigo planteé con firmeza que las próximas se darían a la sombra de unas muchachas en flor de inclaudicable belleza morena... que cada quien llevaría por lo menos un par... indispensables en un amago de orgía azteca al estilo de Tenochtitlán, con sacrificios a Huitzilopochtli y a Tláloc, pero sin intercambiar entre nos una tan sola de las vestales acompañantes... y para contrastar el jelengue azteca con los mejores modales europeos, por aquello de homenajear con detalles a las espigadas y cimbreantes cipotas, se impondría el oportuno disfrute de ciertas delicadas reposterías inspiradas en el recetario francés... el toque de sibaritismo criollo lo daría la degustación de auténtico café estricta altura cultivado y cosechado en la herradura terrosa-vegetal formada por las dos cumbres del volcán Chinchontepec, tan propensa a condensar en las bayas arábigas acentos frutales traídas por los vientos de allende los mares... propuse discutir en festivas y sucesivas jornadas, bien servidos alternadamente en su casa y en la mía... nada de chatear y menos hundirnos en deliberados delirios propios del anonimato que dan esas babosadas tecnológicas llamadas blogs... nada se le puede comparar a la presencia orgánica real para sacar a relucir desencantos y verdades... pese a lo aceptado en mutuo, el muy índigo individuo no cumplió con el acuerdo de su par de bellas en flor y eso me encachimbó y esbozó un inminente cortón de la iniciativa... pero me contuve... vislumbraba obtener datos interesantes bien documentados...
Al
césar también lo que es de dios, porque los dioses no comen ni beben de lo
robado y el maje la cagó desde la segunda entrevista o sea la primera en la
casa de él... las muchachas en flor que le correspondía presentar no
aparecieron ni en foto tamaño 4x6...
No
obstante siguió privando mi interés de escudriñar más del pariente cercano y
con el que desde la infancia se profesaban singular amistad... alguien que
llamaba mi primo, el mayor... quizás por el tono con que lo mencionaba, me
parecía o más bien yo intuía se trataba del mayor enemigo, el fundador del
coliseo arenazi de la derecha criolla... y durante algún tiempo el tal Índigo
se hizo el de los panes, no decía ni sí ni no... pero en una visita no
anunciada a mi casa y sin más trámites me espeta que para conservar la amistad
con el primo mayor, optó “democráticamente” no hablar, ni por joder de
política, fútbol, sexo, religión, música
salsa y Cuba y en el caso Cuba particularmente de Fidel... así complació
al mayor y no lo perdió como valiosa fuente de información y de protección que
tenía, dijo...
Yo
quizás seguiré el mismo sistema de entresijos con Índigo... necesito consolidar
las posibilidades de información sustantiva de los nuevos agrupamientos del
poder económico, pero le propondré negociar y reconsiderar algunas de esas
temáticas por la pura aceptación del cambio de los signos en los tiempos que
vienen transcurriendo desde las firmas... hoy, según los analistas de siempre,
desde sus desparpajos ideológicos y patéticos simplismos sin guerra fría, sin
comunistas que matar, sin guerrillas que derrotar, con vergos de procesos
electorales a los que acomodar como indetenibles avances de la “democracia”...
la adopción del sistema es prueba del paciente cinismo asumido de un tiempo acá
por mí...
La
neta es que el tal Índigo da la clara idea de un tipo fantasioso, fachento y
hablantín... calidades poco favorables a mis propósitos... no se perfila
amistad alguna entre él y yo... y que coma mierda mil años...
Por
lo pronto continuaré el esfuerzo de obtener alguna información sustancial... me
guareceré en cierto incipiente altruismo de ese con toques oenegeneros con el
que nada se tiene que perder... de último será divertido expiar a un pendejo
con aires de rey sol.
Pero voy por otras rutas. Así, sin duda a causa del suceso de los “imeils” de Índigo, tomo fuerza para decir sin tapujos que me gusta mi olor sobre todo cuando se funde y confunde con el tuyo “mujer divina” y con los de todas las mujeres que te precedieron y te seguirán. Es un olor síntesis, resumen, acotación, sumario, antología de todos los rituales vegetativos, especialmente los florales y cítricos. A veces sutiles aromas marinos apuntalan un recuerdo escabroso. También hay otros, cuando esbozan trazas de frituras delicadas. Aromas siempre cambiantes en el marco del rango aludido. Los dilucido impermanentes como la esencia de la Vida. Olores que tributan a la Vida. Olores que trituran mi ser y mi estar, que perturban mi pensar y mi creer. Preceden tu reaparición dulce musa incesante.
La indolencia me está ganando y me conduce a agrias discusiones con la Negra que no entiende mis actitudes bipolares derivadas hacia actualizar aquella famosa onda del John Lennon con la Yoko Ono y le propongo imitar esa forma paralelepípeda, con alguna desconcertante faceta de pacífico color, para protestar contra las guerras actuales en las que los muertos y heridos vienen incluidos en el software de las armas de destrucción masiva. En consecuencia tendríamos que envitrinarnos a la vista del público transeúnte y pasar tirados un par de semanas sobre una cama con sábanas blancas asedadas y bajo un dosel bastante barroco industrial, lindando en el bayunco temprano post bélico, como las “instalaciones” que montan nuestros artistas plásticos patrocinadas por la embajada española...
Los
atrayentes colores de nuestros cuerpos desnudos nos harían ver como satíricas
moscas activistas en la leche del descontento social. Invocaríamos a modo de
correcta justificación, denunciar la terrorista decisión imperial de la guerra
contra Irak hibridada con la guerra económica contra Cuba. Una mejor
motivación, aunque de imprevistas incomodidades nacionalistas, sería mostrar
los males inherentes a la explotación minera pretendida en los respectivos
nortes de Chalatenango, Cabañas, San Miguel y Morazán por agentes del imperio y
antes que se convierta en guerra de baja intensidad por muy oportuna resurja la
insurgencia popular... minería “verde”
como la han pintado los aludidos agentes del imperio ni en el próximo
milenio... minería que por hoy y durante los próximos quinientos años en
país(ito) tan chiquitín, “su fin real es
el ser humano” hasta su exterminio total, siguiendo su ancestral saga de
explotación... presagia la minería “verde”: destrucción del medio,
contaminación del ambiente, envenenamiento de la sangre de todos, muerte lenta
sin discriminación de clases sociales... nuestra silente protesta, a modo de
“performance” latina en una recámara montada a propósito con muchos detalles
simbólicos perdidos al inicio de la “paz” concertada... y por aquello de los fanáticos
político-religiosos protegidos por cristales blindados...
Me
imagino con la Negra, encamados y chulones en un local debidamente adaptado del
Bulevar Los Héroes, casi enfrente a Metrocentro y una quevedesca sonrisa se me
dibuja y que la Negra tampoco entiende ni atiende...
De
antemano asumo que tal manifestación, pese a su calidad artística, no será del
agrado del señor fiscal general de la república y mucho menos del director de
la “pe ene ce” aunque por mucho que
ambos le busquen ni a contravención del código municipal llega y menos a
violación de la nueva ley anti-terrorista...
Lo
más que ambos funcionarios podrían hacer es ordenar, amparados en el falso
pudor derivado de su doble moral arenazi, a un puñado de los salvajes elementos
antimotines de la “pe ene ce”,
colocar unas gruesas cortinas que encubran la vitrina, ocultando con ellas a la
vista pública los objetos de arte que somos desnudos y que el viejo dios
bíblico, patrón del gabinete de gobierno, no se avergonzó en crear... mientras
en subrepticia maniobra intentarán sacarnos y llevarnos a vergazos limpios en
calidad de presos comunes...
El
viejo dios bíblico como lo dicen los textos sacros “situado en una inequívoca
incorrección política: autoritario,
intolerante, vengativo, totalitario, megalómano, misógino, esclavista, antidemocrático,
celoso, contradictorio, demandante, glotón, beodo y extremadamente
irracional... todo según confesión propia... características inherentemente
patológicas e indicativas de una personalidad débil e insegura”... según el
trabajo que se ha dado Pedro Miguel en averiguarlo y lo pregona sin mayor
reticencia desde la gran urbe… yo agrego que no puede haber mayor y eterna
inspiración para las derechas del planeta...
¡Qué
paradoja tan alborozada sería vivir la chuloneada anti-bélica con la Negra!...
me llevaría del realista guerrillero que fui (en los años del esplendor mayor
de las utopías surgidas al abrigo de la saga del Che y de la noche triste de
Tlatelolco y del mayo francés y del poder de las flores), a pacifista de
ensueño, en este nuevo siglo con más guerras que nunca al borde de alcanzar el
destino final... en la jornada de protesta un incierto grosso aire de precarios
e impenitentes naturalistas no nos faltará, manifestando nuestras mutuas
adicciones a la placentera violencia del sexo con o sin amor.
La
respuesta poco sutil de la Negra no se enreda en trámites y papeleos adjuntos y
engorrosos y no tarda tantito en explosionar con riguroso orden que asusta de
antemano al universo de mi amplitud de criterio. La onda expansiva de su
carácter neo-tropical se manifiesta en toda su gloria y esplendor.
- Puta, es que de tu “insigne” y heroica época
de comandante, en jefe... no, no, no... ¿en jefe?... ¡qué va!... en celo
permanente, siempre embramado pues... porque de la época guerrillera sólo te
han quedado las mañas de cogerte a la que se ponga en la “línea de fuego” y
esas derivadas del “mando único” y de la “disciplina consciente” como vos les
decís a esas babosadas, que dicho de paso no sé qué chingadas son. Sin embargo
las presiento tan arquetípicas de otro rollo ideológico, aunque con una
diferencia sustancial, que hoy se insertarían en un desfavorable ambiente “pacifista
lait” de la llamada postmodernidad por los criollos “filósofos a medio
tiempo”... los que gravitan ocho horas diarias como burócratas públicos bien
pagados y escriben babosadas inocultablemente reaccionarias para el diario de
hoy... y que dan clases en la FUSADES o la ESEN... por cierto, a tan acomodados
“entes filosóficos”, después del saludo o de la primera línea, no les entiendo
ni mierda... es que son tan incoherentes y veleidosos, entre los que incluyo a
tu parco conocido, ese de la “gloriosa” cúpula empresarial que es la ANEP. No
te has dado cuenta que, ¿desde hace cuánto, trece años?, ya no tenés tropa a tu
mando... ¡sólo yo te he quedado a la mano a quien hostigar y gratis, incluso
nomás abrís los ojos al despertar de tus pestañazos diurnos!
- Mirá, yo calculo que todo ese malestar entre
vos y yo, tu galán de moda, es porque de seguro percibís mi malestar
generalizado, mejor dicho amorfo y desenfocado, como un devaneo senil en el que
intuyo e imagino a la próxima mujer que viene a mi vida, cuando la vida se me
va... así de plano es improbable llegue aparecer otra más y de aparecer será la
última aparecida a lo mejor desde Argentina o Brasil. Y tené ese alucine de la
apariciente no más allá de cándido ejercicio metafísico. Ejercicio mental que a
mi edad es sumamente saludable, según dice mi estimado y nunca bien ponderado
hermano del alma y camarada, doctor Marquina. Pero yo no concibo esa razón.
Ubicate mi cielo. Y en el no tan remoto caso, digo por la proximidad
territorial que la tal anhelada de acuerdo a tu opinión, fuese la amable vecina
locochona... te lo digo porque vos ya le notaste los mates conmigo y que yo no
asumo ni rechazo... ¿lo asumirías con enojo jarocho o inglesa actitud?... ¿te
sabría a ruibarbo o a divina ambrosía?... ¿me perdonarías el intrascendente
desliz?... porque de verdad imagino amarte, quise quererte y quiero seguir
amándote con demencia. ¡El chiste es que me rechazaste tanto que no pudiste
evitar el cohabitar conmigo!... lo que se evita se cohabita, dicen los
chuscos... ¿y ahora qué?, pues me parece que estás llegando a confundirte con
mis ficciones proliterarias con las que aliño la maldita vecindad de la
realidad cuando se está tiznando de tristeza y rutina de amantes cayendo en el
despeñadero del aburrimiento.
- ¿Estás así, mi morenazo lindo, porque mañana
domingo serán justo veinticinco años que exactamente a las 1903 horas iniciaste
la subida al Cerro por Piedra Labrada entrando por el kilo 26 de La Troncal,
caso no habían chuchos emboscados con la punto treinta?... ¿o son puros nervios
por algotro mal entendido con la vecinita puta?
- A propósito del gratuito endilgue, por la gran
puta, parece que de nada han servido tantas explicaciones todas las veces
concluidas en que si yo quito o por lo bajo ignoro esa época de mi “increíble y
aventurada” vida, pues me quedo en la más ignominiosa vacuidad... y no puedo dejar
de reconocer y ojalá lo asimilés de una vez y para siempre, que antes y después
de la subida al Cerro, lo más entretenido y recordable fue andar en giras de
gestión de solidaridad material con viejas locochonas de aquí y del resto del
mundo, al amparo del rollo político más exponencial o sea en la auténtica
aplicación de esa onda hoy “old fashioned” del internacionalismo proletario
para un pueblo en lucha desigual con el enemigo mayor... según la consigna
marxiana “proletarios del mundo uníos” y muchísimo mejor si es “proletarios y
proletarias del mundo ungíos”... es necesaria la actualización aunque obligue
expresarse con enfoque de género tal y como lo exigen las tontas “indignas” de
la especie.
- Se me van las palabras para contestarte, pero
antes que me entuturutés te digo una verdad a lo mejor amarga, tu neurosis
aumenta día a día y... se va haciendo insoportable aceptarla y más
compartirla...
San Salvador, 28 de
diciembre de 2007 - 30 de abril de 2009.
Corrección: 8 de
abril - 1 de octubre de 2010.
Tomado de:
Cautivos
Luisfelipe Minhero
Copyright © 2012
ASIN: B01M3QKLYD
Publicado en Amazon:
15 octubre 2016.
Luisfelipe Minhero.
Autor Independiente
Salvadoreño.
Página de Autor Central: amazon.com/author/luisfelipeminhero
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