Breve relación sobre la foto en la portada de la fanpeig (fanpage) sin fines de lucro “Brigada la Masacuata”.

 

Breve relación sobre la foto en la portada de la fanpeig (fanpage) sin fines de lucro “Brigada la Masacuata”

 

Dibujo original por el Masacuato Propiamente Dicho Roberto Monterroza. San Vicente 1968.

Transcurría con inéditos sobresaltos sobre el país(ito), el 2º quinquenio de la década de los años ‘60 del siglo XX y una cierta efervescencia revolucionaria, principalmente en el movimiento obrero y en un pequeño sector radical de la juventud pequeño burguesa, se empezaba a manifestar cada segundo con más notoriedad, inspirada en la Revolución Cubana (1959), la gesta del Comandante Che Guevara en Bolivia (1967), el Mayo Francés (1968), la Noche de Tlatelolco (1968) y el movimiento juvenil hippie caracterizado principalmente por su actitud inconformista hacia las estructuras sociales vigentes, más allá del consumo de puritos de mariguana y del embeleso con las dulzuras del amor libre (1960 - ).

En esa explayada efervescencia, subyacía, entre los Masacuatos Propiamente Dichos, la idea de gestionar en el país(ito), pese a la ausencia de selvas y montañas salvajes, una insurgencia armada antiimperialista y antioligárquica, teniendo como modelo a seguir el de la Revolución Cubana, guardando las distancias pertinentes, cual vía alterna hacia la toma del poder político.

Pero un desacuerdo interburgués inédito entre las oligarquías salvadoreña y hondureña, fue un parte aguas histórico, que provocó escaramuzas bélicas entre los ejércitos de ambas oligarquías, conocidas como la “Guerra del fútbol” (1969), llamada también “Guerra de las 100 horas” y... en el país(ito) se agudizaron las condiciones objetivas y subjetivas para reconsiderar en serio la validez de vías alternas para la toma del poder político.

Tal era el marco en que se desenvolvía el movimiento político-cultural Brigada la Masacuata, contexto además en el que los Masacuatos Propiamente Dichos, concretaban sus praxis cotidianas político-culturales, verificando así la verosimilitud de sus propuestas teóricas. Fueron los albores de la concepción de la 1ª organización guerrillera que nació a mediados del año 1970, ejecutando modestas acciones de propaganda armada (volanteadas, pintas y pegas) y recuperaciones de armas cortas de fuego (pistolas y revólveres) a policías y serenos.

Entre otras prácticas de los Masacuatos Propiamente Dichos, una era la de tener libros rodantes en una especie rara de propiedad colectiva, adquiridos de diferentes modos (robo arriesgado, préstamo no devuelto, regalo afectuoso, canje ventajoso, donación caritativa y compra al contado) y que se rolaban entre ellos y sus respectivas musas exclusivas.

Uno de los libros más leídos de los de esa rara propiedad colectiva, entre los Masacuatos (todos), sin duda fue “La vuelta al día en ochenta mundos” de la autoría del Cronopio Julio Cortázar, inspirado en la “La vuelta al mundo en ochenta días” del Cronopio Julio Verne.

 

Foto de la tapa del libro imputado.

No obstante ese trepidante rolar de los libros, que deja en ellos imborrables y gloriosas huellas del amoroso y continuado uso: manchas de bebidas y comidas, anotaciones de direcciones y números telefónicos, acotaciones en los márgenes, subrayados importantes y versos de súbita presencia a la amada de turno... el libro imputado, heroicamente se conservó en bastante buen estado, antes, durante y después de la guerra insurreccional (‘70 - ‘80 del XX) hasta que... decidí pasar, en el mayor ostracismo posible (atavismo de los 20 años en la clandestinidad y la compartimentación) lo que me resta de Vida, en el bosque tropical húmedo que fue, por en exceso desforestado y apenas sosteniendo sus inconvenientes húmedos desbordados en exceso.

Foto de la página con acotación al margen del libro imputado.

La autoría del dibujo, cuya fotografía, ahora y desde el 3 de marzo de 2017 preside la portada de la fanpeig aludida, es del Masacuato Propiamente Dicho Roberto Monterroza (nuestro querido Niño Tito) y... se le ocurrió cuando ejercía el dominio sobre el libro de Cronopio para Cronopios, según los protocolos masacuatos.

La ocurrencia la dibujó en pedacito de papel bond de 10 por 3.5 cm. Luego le vino ocurrencia de pegarlo a modo de ex libris, no en el reverso de la tapa como ordena la costumbre bibliotecológica, sino donde fuera según las indicaciones masacuatas.

Foto de la página con la viñeta del libro imputado.

En el entretenimiento de ejercer el dominio sobre el libro imputado “La vuelta al día en ochenta mundos”, de rara propiedad colectiva, yo seguía en la lista masacuata a continuación de Tito y... así fue. Pero en eso tuve que irme a la clandestinidad y el libro no se lo pude pasar al Masacuato Propiamente Dicho Rigoberto Góngora (caído en combate en la 1ª Ofensiva Final lanzada por el FMLN y... quedó, digamos en mis manos y... también digamos que, por más de 20 años de posesión quieta y pacífica, hoy sí me pertenece.

Masacuatos Propiamente Dichos, posando en cueros en el orden indicado: Eduardo Sancho,→ Roberto “Tito” Monterroza,→ Alfonso Hernández,→ Rigoberto Góngora,→ Manuel Sorto→ y Luisfelipe Minhero. Foto Roberto Salomón, 1970.

San Salvador, 9 de enero de 2022.

Luisfelipe Minhero.

 

Luisfelipe Minhero.

Autor Independiente Salvadoreño.

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eCorreo: luifelmartinez@hotmail.com

Postdata: De ahí, entre otras acciones que, abundantes pistas para la verdadera y triste historia del cándido y cacorro país(ito) y sus desalmados regímenes (des)gobernantes, dejo en mi novela “Motivaciones para un demoledor de mitos y muros”, de la que su formato eBook continúa en preventa, que terminará el 13 de mayo de 2022, a propósito del lanzamiento global.