Deseo del mundo. Capítulo final de “Operación baby” (novela)

 

Deseo del mundo

Capítulo final de “Operación baby” (novela)

Por Luisfelipe Minhero

Desde hoy martes 15/noviembre/2022 a las 00:00 PST al miércoles 16/noviembre/2022 a las 23:59 PST, mi novela “Operación baby” en formato de libro digital (eBook), estará gratis. Reitero que no haré aviso alguno por otro medio como correos electrónicos, mensajes privados, mupis callejeros y etcéteras.

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Iluso o no, no sé ni imagino si la probadita almibarada con toques cítricos del capítulo final, les despertará apetencias descontroladas… verifíquenlo por sí mismos.

Luisfelipe Minhero.

Autor Independiente Salvadoreño.

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Carátula de las ediciones en papel y digital.

Foto y diseño: Guillo Martillhoz.

 

 

Deseo del mundo.

Capítulo final de Operación baby.

Un encuentro que es mera manifestación de dios... pero de ese dios inexistente, de ese dios imposible de ser... de ese dios que no acepta sus errores y tremendos fracasos... de ese dios maniqueo e insidioso... o más bien es un reencuentro planeado por Hades -ese otro dios feroz y despiadado al que no aplacan ni plegarias ni sacrificios- manipulando mis sentimientos... extraviados desde ese 2 de marzo de 1982 a las siete de la noche, cuando te hablé por última vez desde Managua y no te comenté la tremenda premonición que la noche anterior me fue revelada y me desveló... hoy 24 de diciembre de 1991 a las cinco de la tarde, deambulo sin rumbo y sin sentido, recorriendo encuentros y recuerdos que esta Avenida Insurgentes Sur me guarda, debo decir con celo aunque parezca cursi... han pasado diez años desde mi mejor nochebuena... la primera y última que pasé con vos Mara... dicen que nuestra guerra insurgente terminará pronto... pero yo jamás me rendiré... hay demasiados muertos, hay demasiadas heridas, demasiados dolores, demasiadas cuentas pendientes... como el paradero de los cincuenta y cuatro millones de dólares que secretamente negoció y cobró el Tatarato por la libertad del baby y con los que ganaríamos la guerra...

Pero mi amor por vos Mara, sigue siendo como el camino entre Tenochtitlán y Machu Picchu, inefable y sin fin... y hoy que emprendo nuevos caminos te reitero que de tu enorme Chilanga City me gusta ese olor a contaminantes industriales que despide con mayor énfasis en las noches más frías del invierno, como será esta malanoche... y no me daría pena volver a confesártelo como lo hice diez años atrás aun sea el olor producido por la mala combustión de los millones de automotores que pululan en todas las direcciones de la “Rosa de los Vientos” posesionándose de la que un día fue la “Región Más Transparente del Aire”... olores que desde hace más de diez años contaminan el ambiente con agrios efluvios y que luego de un tiempo caen como sicalíptica lluvia ácida... lluvia que agujerea y pudre la ropa tendida a la intemperie en los patiecitos proletarios de Vallejo y Lechería pero que no penetra las impunidades gubernamentales en “Los Pinos” ni las exaltadas conciencias burguesas en los “pedregales residenciales” del sur... y ese gusto olfativo sigue derivando directamente del amor que te profeso y en cierto modo me vuelve cómplice de la injusticia... y si dudás de esta última aseveración escuchá a los “ambientalistas” de izquierda derivados de las guerrillas derrotadas... y todo porque ese olor me fija, sin tregua y a toda hora en mi mente y en mis genitales, la geografía urbana que tus pasos han recorrido... te he imaginado mil millones de veces caminando sobre Revolución, aproximándote felinamente al Instituto Nacional Indigenista con una sonrisa decorativa que hace brotar rosas del asfalto y los transeúntes creen ver una aparición de la “virgencita nacional”... pero vos como si nada continuás a la taquería de al lado, donde yo te espero para que vos y yo decoremos, decorosamente, el ambiente con un par de negras “Toñas” bien frívolas y sendas órdenes de tacos al pastor... dentro de dos meses habrán pasado diez años sin olerte...

Mara, pero para serte honesto hoy -como antes, como siempre- te confieso que aprendí a vivir sin vos... y continúo aprendiendo a sufrir tu ausencia irrefrenable... hay causas de antemano perdidas.

Mi único viaje posible y pendiente es el viaje al imposible pasado y los pasos detenidos han cruzado los años y todo porque a la indeseable edad a la que por castigo he llegado, el amor se percibe y se expresa de otras maneras y no me arriesgo a una causa de antemano perdida sin tu compañía expresa y tangible.

Un renacer vegetal me sería maravilloso, aun sin vos... un vegetal excreta oxígeno y se nutre de sol... ni mierda de mierdas.

Novela escrita en San Salvador, 18 de enero de 1995 – 4 de mayo de 1996.

 

 

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Luisfelipe Minhero.

Autor Independiente Salvadoreño.

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