Motivaciones para un demoledor de mitos y muros (Novela histérica)

 

Motivaciones para un demoledor de mitos y muros

Novela

Por Luisfelipe Minhero

 

Mi décimo (10) libro publicado en Amazon KDP es la novela “Motivaciones para un demoledor de mitos y muros”. Pero en formato de lujoso libro de papel (pBook) tapa dura es el 1º que he publicado… y hoy por hoy está al sorprendente precio de us$49.96, expresión concreta del 32% de rebaja en el precio de lista que es us$73.99, por tanto en su adquisición oportuna se ahorra us$24.03.

La vistosa carátula para esta lujosa presentación, a partir de la misma fotografía utilizada en el eBook y en el pBook tapa blanda, la diseñó Eva María Rodríguez de Rivera.

Al propósito, el texto que reproduzco es un fragmento demoledor de tal propuesta narrativa en formalidad de novela, publicada recién en mayo 2022 por Amazon KDP. Cuando yo la releo no deja de provocar cierto desconcertante asombro ante “nuestra” realidad actual.

A quienes me hagan llegar sus comentarios escritos, bien a mi blog o bien a mi féisbuc, les quedaré por siempre agradecido.

Luisfelipe Minhero.

Autor Independiente Salvadoreño.

Página de Autor Central: amazon.com/author/luisfelipeminhero

Blog: luisfelipeminhero.blogspot.com

Vínculo directo al “demoledor de mitos y muros” en libro de papel (pBook) tapa dura:

https://www.amazon.com/dp/B0B2HZGC52?ref_=ast_author_ofdp

 

Carátula pBook empastado.

Foto: Luisfelipe Minhero.

Diseño: Eva María Rodríguez de Rivera

Miramar Trade Center. La Habana. Cuba.

Contra carátula pBook empastado.

Foto: Luisfelipe Minhero.

 

 

Fragmento de “Motivaciones para un demoledor de mitos y muros”.

 

Divagación contrapunteada, entre el amor y la política, luego de la intensa plática sostenida con Anika Liubliana y sin haber resuelto mis angustias vivenciales, mientras me enrumbo a “mi” chante-taller, situado en un monte, que no los Cuchumatanes ni lo Urales: A punto de caer en la trampa tendida por la vacuidad de la extendida temporada de paz artificiosa -extraída de la vanidad de todas las vanidades- y urdida por tales abruptas arrogancias que en poco tiempo llegarían a reptar sobre lo peor de todo sistema social imaginable dividido en clases antagónicas y... en este de aquí, no se daría la excepción, menos porque sus instituciones son tan endebles que a punto están de constituir un estadio fallido a mitad del barranco ante de con estrépito tocar fondo.

Haciendo un ejercicio de precario imaginar, ¿qué pasaría si al paso de un nubarrón social más negro, que oscureciera más el horizonte social inmediato en tiempo -ahora- y lugar -aquí- yo tergiversara y lagrimara un mérito irrepetible y que debió no ser tan conocido y que fue consecuente resultado de varios esfuerzos personales, conjuntados armónicamente en un insuperable colectivo político-militar? Mérito que reitero no es exclusivo de mí, pues lo comparto con compas caídos en combate, unos y... otros, desaparecidos alevosamente y... que ahora son los insustituibles.

Y si yo, sin escrúpulo y con el más bajero oportunismo sacándole provecho infame al merito mencionado, me apuntara un tanto fuera de quicio -a modo de hipotético vaivén ideológico- en intempestivo e inaudito momento -derivado de una noche de gozos, incluidos carnales y espirituales- como postulante de históricas e indiscutibles prosapia y trayectoria revolucionaria a la candidatura del puto partido -sin descanso viniendo de mal en peor trastrabillando a electorero y que nomás conserva las siglas FMLN, alineadas hacia la derecha y ninguna de las ideas del proletariado de vanguardia- para presidente del país(ito) por ahora tropical y quejumbroso. Para tal desatino me ampara el simple hecho de ser uno de los 2 o 3 supervivientes -hasta el día de hoy- cofundadores históricos, para empezar de una de las 2 guerrillas originales que irrumpieron en 1970, luego cofundador el 1 de mayo de 1975 de la RN-FARN -dadas ciertas discrepancias internas en la genesíaca entidad ERP que no se pudieron resolver con palabras- y por último del vergazal de cofundadores en octubre de 1980 de la federación de 5 guerrillas, que se conoció como FMLN... el hecho de estar -en cuerpo y alma- en 3 cofundaciones, inevitablemente históricas, de organizaciones político-militares, pues constituyen 3 situaciones irrepetibles, meritorias quizás, aunque no es el aludido mérito al que me refería como tergiversable y lagrimable para mal usufructuar en provecho individual. Pueda que de 2 de las 3 cofundaciones nombradas, sobreviva alguna centena de cofundadores, aunque la mayoría por decepción o hartazgo ya no milite en el FMLN de hoy, pero... de partícipes en cuerpo y alma de las 3, nomás quedamos 3 y el 3º no sé dónde estará. ¿Estamos?

Respecto qué pasaría si yo tergiversara y lagrimeara el mérito irrepetible, pues... no pasaría ni mierda, aunque en verdad sería la mayor desfachatez que en mi puta y pendenciera y festiva Vida, yo podría pensar o imaginar y de la que con certeza nadie saldrá afectado ni dañado, pues jamás la llevaré a cabo ni en sueños. ¿Estamos?

Aunque parezca inverosímil, de todos los militantes activos en todos los niveles jerárquicos del actual institucionalizado y politiquero FMLN, no hay 1 tan solo, que pueda ostentar las 3 circunstancias cofundacionales irrepetibles y que en mí pusieron a prueba mis lealtades a cuestiones de principios, incluso en condiciones bien jodidas. Por ejemplo en la escisión con el ERP, fui uno de los 5 condenados a muerte por la camarilla militarista -que se quedó con el nombre y siglas de ERP- encabeza por Sebastián Urquilla y Joaquín Villalobos y sufrí 1 de los 3 atentados para cumplir la condena y que apenas pudieron mal ejecutar, puesto no consiguieron su objetivo de eliminar protagonistas incómodos de divergencias político-ideológicas. “Mi” atentado -que desde entonces reivindico como propio y de nadie más- fue perpetrado -fallidamente- por un competente comando guerrillero armado de pistolas calibre 9 mm. al mando en vivo y en directo del “estimado” Joaquín Villalobos (Atilio) acompañado entre otros por la graciosa “compita” Ana Guadalupe Martínez (Josefina) y de ambos quedé muy agradecido por su notoria incompetencia. Entonces dicha palmaria incompetencia -vista por asombrado público transeúnte en las cercanías- no le quedo más que la cebaran con Armando Arteaga (Pancho) y Roque Dalton (Julio Delfos) que los tenían a mano en calidad de huéspedes obligados -más bien rehenes- desde antes que las discrepancias entre las 2 facciones -ellos los militaristas y los que fundamos la RN-FARN- llegaran al punto más discordante y se volvieran irreconciliables y... Pancho y Julio Delfos fueron fusilados a mansalva... pero la historia condenó a los militaristas.

Aunque los 3 hechos cofundacionales no son meritorios por sí, me autorizan y respaldan sin mayores trámites, a inscribirme como aspirante a tan ridícula candidatura, abierta por la crisis institucional interna. Es el caso que jamás he sido expulsado y nunca sancionado, como algunos que alientan tales aspiraciones, por lo mismo sin fundamento ni autoridad y están inhibidos según el reglamento interno y las pertinentes leyes del país(ito) leguleyo.

Y por si no es suficiente la participación personal en las 3 aludidas cofundaciones, hay otra intermedia disponible entre la cofundación de la RN-FARN y la del FMLN, con la que el tigre quedaría rayado por completo. Esto ocurrió el 10 de enero de 1980, cuando por la RN-FARN, las FPL y el PCS, se cofundó la Coordinadora Político-Militar (CPM). Aunque en este hito solo estuve como encargado y responsable de la logística para la reunión cimera: casa y fotografías oficiales de la reunión, avituallamiento, movilización de asistentes y seguridad interna y periférica de la casa del cónclave clandestino, situada en la esquina surponiente de la encrucijada capitalina formada por la intersección urbana del Pasaje Sagitario con la Calle Constitución en la colonia Ciudad Satélite de la ciudad capital del país(ito), ya en agitada insurgencia revolucionara, unos 200 metros al oriente del Súper Selectos en el Bulevar Constitución y Calle Motocross.

Por cierto a petición expresa de la RN-FARN, el ERP fue excluido y así sin más impedido de asistir a tan importante e histórica reunión guerrillera. Al parecer los maltratos, entre la germinal e insurreccionalista RN-FARN y el foquista ERP, que definieron la escisión orgánica seguían causado reticencias y desconfianzas entre ambas organizaciones y las muertes de Armando Arteaga (Pancho) y Roque Dalton (Julio Delfos) por siempre han quedado como injustas y desalmadas y cada vez menos explicables.

Reunión de fundación de la Coordinadora Político-Militar (CPM). De izq. a der. Comandantes: Mélida Anaya (Ana María), Cayetano Carpio (Marcial), Ernesto Jovel (Neto), Eduardo Sancho (Fermán), Shafick Handal (Simón) y Mario Aguiñada (JP). Al fondo como custodios, Gina Cordón (Luisa) y su hermano, de cuyos nombre y seudónimo, no me acuerdo.

Apropiado, educativo y oportuno reconocimiento a mejores momentos que los actuales, sería levantar en la misma casa de la Satélite donde se firmó el primer acuerdo unitario de las organizaciones político-militares salvadoreñas, un mínimo museo que divulgue las ideas y acciones unitarias de la izquierda salvadoreña durante los año 1980-1981, con un guión museográfico que parta del acto realizado en ella... digo, así es la Vida impredecible Liubliana y debés comprenderlo.

Mas el insidioso pésimo momento de imaginar en apuntarme como “candidato a la candidatura”, por dicha por mí pasó tan pronto, tal la brevedad del suspiro de la joven novicia rebelde que hace años conocí, que a punto de profesar votos a perpetuidad, conoce un adonis (guerrillero ateo, comunista-marxista-leninista-fidelista) que llegó boqueando, al convento de San Antonio Abad, malherido de bala, en busca de ayuda extrema y de emergencia y del que se enamora sin preludios ni trámites -tan característico de los grandes amores que se infiltran sin permiso- y por el que estaría dispuesta a no jurar los votos y salir del claustro de inmediato, pues el “flechazo” parecer fue recíproco y los 2 enamorados con solo las miradas se comunican la ventura de emprender el camino a la eternidad tomados de la mano. ¡Ohh la fuerza del destino!

No diré nombres y no emitiré alguna señal de complacencia.

 

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Luisfelipe Minhero.

Autor Independiente Salvadoreño.

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