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Mostrando entradas de agosto, 2024

El guiño (cuento breve).

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  El guiño (cuento breve) . Por Luisfelipe Minhero .   Texto literario -por dicha breve- en modo de realismo hipercrítico que (re)insinúa nuestra verdadera historia, por lo que me aventuro a someter a vuestra consideración, dilectos lectores (hombres y mujeres) que se estarán acostumbrando a mis desenfados narrativos anti mitológicos y antimicóticos, sustentados en hechos reales, es decir de los que en verdad ocurren y causan muertos. Luisfelipe Minhero. Autor Independiente Salvadoreño. Página de Autor Central: amazon.com/author/luisfelipeminhero Blog: luisfelipeminhero.blogspot.com   México-Tenochtitlán.  Boceto de Cortés. Museo de Londres. México-Tenochtitlán.  Dibujo año 1900 aprox., muestra Plaza Central y Templo Mayor siglo XVI. A   continuación el mini cuento: El guiño. Te sigo sin descanso ni condición desde hace 4 milenios y ½, cuando ni en sueños nadie -en el orbe-pensaba ni sentía la necesidad que algún día -iba a ser indispensable- que, vos y yo fundára

Divagación sobre mi novela en revisión y corrección, finales.

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  Divagación sobre mi novela en revisión y corrección, finales. Unos de sus párrafos… he aquí disgregados . Por Luisfelipe Minhero   Dedico mi esfuerzo principal a revisar y corregir la que será -por cosas del tiempo, “el implacable, el que vendrá”- mi última novela, que publicaré entre diciembre de 2024 y febrero de 2025… justo antes que embarque en el ineludible viaje de aquí a la Luna, pa’luego (a)Marte. La estructuré en tres ( 3 ) bloques narrativos, en apariencia inconexos y quizás un tanto desconcertantes. A fin de aligerar mi “equipaje” -a llamaradas de mil ( 1,000 ) grados Celsius- ya me deshice de la mayoría de los libros que escribí, entre la posguerra interminable y la posp(l)andemia alucinante. Serían un estorbo para abordar el viaje a la Luna y de ahí (a)Marte. Los incinerados son mucho más que los publicados. Dos o tres ( 2 o 3 ) se me han escabullido y todavía sobreviven, no por muchos días. De los de antes y durante la guerra, se encargaron las nefastas